El Internet de las Cosas (IoT) está ganando impulso, lo que demuestra su potencial para mejorar la experiencia del cliente, reducir costos y transformar las operaciones comerciales. A medida que las organizaciones evolucionan de pilotos exitosos a implementaciones más amplias de IoT, se requiere un nuevo enfoque para garantizar que IoT realmente cumpla con sus promesas.
¿Cómo puede, por ejemplo, un minorista de alimentos avanzar en el concepto de utilizar IoT para reducir el consumo de energía de la refrigeración y crear un enfoque más sofisticado que aborde los problemas comerciales cruciales de seguridad alimentaria, calidad y desperdicio? ¿Cómo puede la empresa aprovechar las economías de escala de IoT para generar un valor incremental? ¿Y qué oportunidades existen para aprovechar los datos de las máquinas existentes junto con los nuevos dispositivos para crear nuevos procesos comerciales automatizados?
A medida que las organizaciones consideran los requisitos comerciales prioritarios, el pensamiento de IoT debe evolucionar de la tecnología a los negocios. El modelo de negocio de IoT ha demostrado su valor en los últimos 12 a 18 meses, con organizaciones de todos los sectores implementando pilotos de IoT para demostrar el valor de los datos derivados de una amplia variedad de dispositivos y sensores. Al contextualizar y aprovechar los datos e integrar la información en los procesos centrales existentes, desde la gestión de inventario hasta la logística, las organizaciones han comenzado a generar un valor medible.
Sin embargo, en su mayoría, estas implementaciones han sido soluciones individuales diseñadas para demostrar la viabilidad de la tecnología en lugar de abordar los problemas comerciales fundamentales. Ahora que el potencial de IoT está establecido, es hora de ir más allá de estas implementaciones individuales y determinar la mejor manera de integrar IoT en toda la empresa. Aunque IoT es inherentemente escalable, adoptar una estrategia de IoT no se trata simplemente de agregar nuevos dispositivos. Para obtener el máximo valor, las organizaciones deben dar un paso atrás desde la tecnología y adoptar un enfoque centrado en los negocios.
Un ejemplo sofisticado es el Internet de las Cosas Energéticas. Con un mercado potencial estimado en $22 mil millones para 2020, existen oportunidades significativas para que las organizaciones utilicen sensores de temperatura para reducir el consumo de energía e incluso vender energía a la sobrecargada red eléctrica nacional. Sin embargo, es importante considerar dónde se encuentra el consumo de energía dentro del modelo de negocio en general. Ninguna organización puede arriesgarse a poner en peligro el servicio al cliente, la calidad del producto o la eficiencia simplemente para reducir los costos de energía. Aquí es donde se requiere el pensamiento estratégico.
Tomemos como ejemplo la industria minorista de alimentos, que admite abiertamente que la complejidad de la cadena de suministro ha llevado a que sea más fácil y seguro enfriar todos los alimentos a la temperatura más baja requerida (por la carne), lo que resulta en un enfriamiento excesivo anual de millones de grados. El resultado no solo es un costo adicional, sino también un impacto en la calidad de los alimentos, con yogur aguado como un producto secundario común del enfriamiento excesivo. Por supuesto, estos minoristas ya recopilan grandes cantidades de datos de sus unidades de refrigeración, junto con todas las demás máquinas utilizadas en la cadena de suministro. Lo que se necesita es una forma de aprovechar una infraestructura de IoT para utilizar esta información en tiempo real y controlar la configuración de cada unidad. Al integrar los datos de los sensores de las máquinas existentes con los sistemas de cadena de suministro y mercancías, así como los sistemas de control de refrigeración, cada máquina puede configurarse automáticamente a la temperatura adecuada para su contenido específico, eliminando los casos de enfriamiento excesivo. Como resultado, no solo se reduce el consumo de energía, sino que también se mejora la calidad de los alimentos y se minimiza el desperdicio.
Extender IoT a implementaciones estratégicas también plantea nuevas consideraciones sobre la tecnología. La transformación empresarial descrita anteriormente requiere la gestión de millones de puntos de datos dinámicos recopilados de miles de sensores cada minuto de cada día. También requiere análisis genuinos, en lugar de simplemente detectar umbrales, para evaluar continuamente la condición subyacente de cada máquina.
En conclusión, el Internet de las Cosas tiene el potencial de revolucionar la forma en que las organizaciones operan y brindan valor a sus clientes. Sin embargo, para aprovechar al máximo esta tecnología, es necesario adoptar un enfoque centrado en los negocios y considerar cómo IoT puede abordar los problemas comerciales fundamentales. Al integrar IoT en toda la empresa y aprovechar las economías de escala, las organizaciones pueden reducir costos, mejorar la calidad de los productos y minimizar el desperdicio. El futuro de los negocios está en el Internet de las Cosas, y es hora de que las organizaciones se suban al tren de la innovación.