El Internet de las Cosas: De concepto a realidad y riesgo

Recuerda cuando el Internet de las Cosas era más un concepto que una realidad? Esos días quedaron atrás. La demanda de tecnologías IoT ha aumentado considerablemente en el último año, con IHS estimando que habrá 20 mil millones de dispositivos conectados a nivel mundial en 2017. Y no solo se trata de los refrigeradores inteligentes, los Fitbits y los altavoces Bluetooth que vemos en nuestros hogares. Las tecnologías IoT también han permeado las empresas, con sensores, herramientas de medición analítica y teléfonos VoIP apareciendo, a veces sin el consentimiento o la participación de los líderes de TI y seguridad. Esta infiltración no es muy diferente a lo que experimentamos hace más de una década cuando los smartphones iniciaron una revolución de Trae Tu Propio Dispositivo (BYOD, por sus siglas en inglés).

Incluso cuando Business Insider predice que el gasto empresarial en soluciones IoT alcanzará los 6 billones de dólares para 2021, la rápida adopción de IoT ha venido, desafortunadamente, a expensas de los estándares de seguridad. En la primera mitad de 2017, el número de ataques a dispositivos IoT aumentó en un asombroso 280%. Es evidente que se necesita una acción rápida para abordar las grandes brechas en la seguridad de IoT que podrían devastar a organizaciones y consumidores por igual. Pero con una tecnología tan nueva y en constante evolución, ¿por dónde empezamos?

Una batalla cuesta arriba

Con miles de millones de dispositivos IoT proyectados para conectarse a nuestras redes en los próximos años, no podemos detener todos los ataques. Después de todo, no podemos ser perfectos y no podemos estar en todas partes. Nunca podremos detener todo en la primera capa, y eso está bien. Entonces, ¿qué hacemos? Nos volvemos aún más proactivos. Nos volvemos aún más diligentes. Nos movemos tan rápido como las circunstancias lo permitan. Recuerda el antiguo mantra de la NSA: defensa en profundidad. Por más aburrido que suene, los procedimientos de seguridad consistentemente confiables son una forma segura de prevenir la mayoría de los ataques a dispositivos IoT. Dado que estos dispositivos a menudo se ven y se sienten como objetos domésticos comunes, podemos olvidar o incluso ignorar la realidad de que están conectados a nuestra red. Pero lo están, y exigen la misma cantidad de escrutinio que los puntos finales tradicionales. Es un cliché, pero vale la pena repetirlo: una onza de prevención vale una libra de cura.

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Crédito del artículo: CSO

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