El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está cambiando la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Gracias a esta tecnología, ahora podemos rastrear, contar, observar e identificar objetos y situaciones que antes eran invisibles para nosotros. Esto ha llevado a un cambio profundo en la forma en que las empresas crean y capturan valor.
Antes, el valor de un producto o servicio se basaba en sus características físicas, como la calidad del material o el diseño. Sin embargo, con el IoT, el valor se ha trasladado a la información que se puede obtener de ese producto o servicio. Por ejemplo, una raqueta de tenis ya no solo se valora por su peso y equilibrio, sino también por la información que puede proporcionar sobre el golpe de tenis y cómo mejorarlo.
La información, según argumentamos, crea valor de manera diferente a los productos o servicios. La información permite tomar decisiones más informadas y mejorar el rendimiento. Por lo tanto, las empresas que controlan el flujo de información en el proceso de creación de valor tienen una ventaja competitiva.
El IoT está creando oportunidades en diferentes sectores, desde monitores de actividad física hasta cadenas de suministro en el comercio minorista. Estas oportunidades se basan en la capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real para tomar decisiones más efectivas.
Para aprovechar al máximo el IoT, es importante comprender el ciclo de valor de la información. Este ciclo consta de varias etapas: crear, comunicar, agregar, analizar y actuar. Cada etapa es crucial para generar valor a partir de la información.
Además, es fundamental identificar dónde jugar y cómo ganar en el ecosistema del IoT. Las empresas deben identificar los puntos clave donde pueden influir en el flujo de información y aumentar el valor de todo el ciclo. Esto puede implicar desarrollar nuevas alianzas o crear nuevos modelos de negocio.
En resumen, el IoT está cambiando la forma en que las empresas crean y capturan valor. La información se ha convertido en un activo clave y las empresas que pueden aprovecharla de manera efectiva tendrán una ventaja competitiva. Al comprender el ciclo de valor de la información y tomar decisiones estratégicas basadas en él, las empresas pueden aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el IoT.