En septiembre pasado, IBM sufrió un embarazoso incidente cuando su balanceador de carga global y servicios de DNS inverso colapsaron durante 21 horas. En ese momento, IBM culpó a un registrador de dominios de terceros que estaba transfiriendo algunos dominios a otro registrador. Según IBM, el registrador que envió accidentalmente puso los dominios en un estado de “espera” que impidió su transferencia. Como el balanceador de carga y el servicio de DNS inverso dependían de los dominios en cuestión, se volvieron inaccesibles para los clientes.

IBM ha publicado ahora un resumen del incidente en el que afirma que “varios nombres de dominio se permitieron expirar por error y estaban en estado de espera”. La explicación también revela que el dominio network-layer.net se vio afectado, además de los dominios global-datacenter.com y global-datacenter.net que IBM informó como afectados en septiembre. No está claro si IBM o su registrador externo fueron responsables de la falta de renovación del registro de los dominios. Sea quien sea el responsable, el incidente no es una buena imagen para una empresa que apuesta su futuro en la nube y la automatización impulsada por la inteligencia artificial.

Este incidente se suma a los errores evitables que IBM ha cometido recientemente, como el manejo incorrecto del fin de vida de TLS 1.0 y la noticia de que agregó Intel Optane a su nube sin poder utilizarlo como memoria. IBM no es la única empresa que ha cometido errores evitables en su nube: Google admitió hoy que una interrupción en sus centros de datos en Canadá fue causada por una actualización que se aplicó en otro lugar, pero que por razones no especificadas no llegó a los servidores en Canadá.

Este incidente de IBM nos recuerda la importancia de renovar los registros de dominio de manera oportuna. Los dominios son la base de la presencia en línea de una empresa y cualquier error en su gestión puede tener consecuencias graves. Es fundamental que las empresas tengan un proceso claro y eficiente para renovar los registros de dominio antes de que expiren. Además, es importante contar con un registrador de confianza y realizar un seguimiento regular de los dominios para evitar sorpresas desagradables.

En resumen, el incidente de IBM es un recordatorio de la importancia de mantener los registros de dominio actualizados y renovados. No debemos subestimar la importancia de esta tarea aparentemente simple, ya que puede tener un impacto significativo en la disponibilidad y accesibilidad de los servicios en línea de una empresa. Aprendamos de los errores de IBM y asegurémonos de que nuestros dominios estén siempre en regla.