La tecnología es una herramienta facilitadora, no buena ni mala en sí misma. Su impacto ético depende de cómo se utilice y de las intenciones detrás de su uso. En el caso de la computación en la nube y las tecnologías relacionadas, incluso sin malicia, las implicaciones éticas son especialmente altas.
En la industria tecnológica, la ética personal aún es un tema emergente. Un estudio reciente de StackOverflow reveló que el 80% de los desarrolladores desean saber para qué se utiliza su código, pero el 40% no descartaría escribir código éticamente cuestionable y el 80% no se siente responsable de su código poco ético. Esto plantea interrogantes sobre la responsabilidad individual en el desarrollo tecnológico.
La computación en la nube puede amplificar nuestros malos hábitos y errores a una escala global de manera rápida. Por ejemplo, cuando una aplicación está disponible en múltiples regiones de la nube con alta disponibilidad, cualquier problema que esté presente se escalará en consecuencia. Esto se ha evidenciado en casos de radicalización política y campañas de desinformación que han utilizado las plataformas de redes sociales para influir en elecciones democráticas y referendos.
La velocidad es otro aspecto a considerar. La agilidad es una de las principales ventajas de utilizar la nube y una característica clave de las metodologías ágiles. Sin embargo, esto también implica que los errores en el código pueden llegar a los usuarios en cuestión de minutos. Incluso si se puede corregir rápidamente, el daño ya está hecho y posiblemente a gran escala. Es importante que cada uno de nosotros tome un enfoque más analítico al tomar decisiones y no se deje llevar por la velocidad.
La arquitectura de microservicios permite a los equipos más pequeños lanzar actualizaciones de manera independiente y desarrollar aplicaciones de manera más dinámica. Sin embargo, si cada equipo solo es responsable de una pequeña parte del proyecto, es posible que no se sienta responsable de los daños que puedan ocurrir al final de la línea. Es fundamental comprender cómo encaja nuestro código en el panorama general de la aplicación y mantenernos cerca de los usuarios, incluso si estamos alejados en el proceso de desarrollo.
En cuanto a la automatización, si bien puede impulsar el progreso de la industria, también puede llevar a una falta de responsabilidad individual. Al enfocarnos únicamente en nuestro código, podemos perder de vista el impacto general de nuestras acciones. Es importante recordar que somos parte de un todo y preocuparnos por el resultado final.
En resumen, la computación en la nube y las tecnologías relacionadas tienen un impacto ético significativo. Es fundamental que los desarrolladores y profesionales de la tecnología consideren las implicaciones éticas de su trabajo y se esfuercen por tomar decisiones responsables. La tecnología puede ser una herramienta poderosa para el bien, pero también puede amplificar los errores y malos hábitos si no se utiliza de manera ética.