El impacto del cloud computing en la eficiencia energética de los centros de datos

Un nuevo informe sobre el consumo de energía en los centros de datos de Estados Unidos revela que la eficiencia del cloud computing está ayudando a reducir el consumo de energía en todo el país. Según el informe, el uso de electricidad en los centros de datos solo aumentó un 4 por ciento entre 2010 y 2014. Esto representa una mejora significativa en comparación con el aumento del 24 por ciento entre 2005 y 2010, y el aumento del 90 por ciento entre 2000 y 2005.

El informe señala que el uso de energía en los centros de datos debería mantenerse constante hasta 2020 gracias a la influencia del cloud computing, lo cual es una excelente noticia. Además, este informe representa una importante refutación basada en hechos del alarmismo que se presentó hace un año sobre las consecuencias ambientales del crecimiento del cloud computing.

Como mencioné el año pasado (y en muchas ocasiones anteriores), lo que hace que el cloud computing sea ecológico es que las empresas dejen de construir nuevos centros de datos cada vez que se quedan sin capacidad y, en su lugar, recurran a proveedores de servicios en la nube. Las empresas gastan millones de dólares cada año en infraestructura de centros de datos para soportar servidores que funcionan a una capacidad de aproximadamente el 3 al 5 por ciento. Esto no solo desperdicia energía en el uso, sino también en la creación de los servidores y una gran cantidad de materiales primos.

El simple hecho de utilizar servicios en la nube pública es un gran paso hacia la sostenibilidad. Al compartir servidores, podemos hacer mucho más con mucho menos, incluyendo el consumo de energía. Esto fue mi respuesta a un informe de Greenpeace que cuestionaba la eficiencia general de los proveedores de servicios en la nube pública, como Google y Amazon Web Services. Mi reacción fue que, en lugar de criticar a los proveedores de servicios en la nube por no ser lo suficientemente ecológicos, Greenpeace debería instar a las empresas a migrar a la nube. Cuantas más empresas hagan el cambio, más eficientes serán sus sistemas informáticos. Se necesitarán menos servidores para soportar las cargas de trabajo y, por lo tanto, se consumirá menos energía. El último estudio en Estados Unidos demuestra que esto es cierto.

No soy un futurista, pero no soy el único que hace estas afirmaciones. Es simplemente una forma lógica de pensar en cómo el cambio en los patrones de consumo de computación, en este caso utilizando la nube pública, nos afectará.

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