Desde campos y arroyos hasta oficinas, fábricas, hospitales y sistemas de transporte, las organizaciones están utilizando sensores de Internet de las cosas (IoT) para recopilar grandes cantidades de datos con el fin de mejorar las operaciones y aumentar la sostenibilidad. El análisis de esta información revela patrones que pueden prevenir problemas de mantenimiento y llevar a mejores decisiones sobre la asignación de recursos. A medida que los datos se acumulan, más funciones pueden pasar a la automatización. Los sistemas se vuelven más inteligentes, utilizando inteligencia artificial para tomar decisiones rápidas sin intervención humana. La infraestructura que desatará la revolución del IoT estará impulsada por la tecnología 5G. Sin ella, las redes no tendrían ni de cerca la capacidad para manejar los estimados 125 mil millones de dispositivos que se conectarán a Internet para el año 2030. 5G no solo agrega capacidad. Su velocidad de varios gigabits por segundo y una latencia de menos de 10 milisegundos permitirán interacciones precisas. Los sensores en las camas de los pacientes enfermos monitorearán su sueño y permitirán a los profesionales médicos saber si han perdido peso. Los dueños de tiendas utilizarán cámaras inteligentes para saber dónde los clientes se detienen en los pasillos, mostrando anuncios de video que se ajusten a sus preferencias o tentándolos con descuentos. Los jugadores se sumergirán en el mundo de la realidad virtual de alta resolución incluso en conexiones inalámbricas. Desde servicios públicos, que se volverán más eficientes, hasta ciudades, que cosecharán los beneficios de una conectividad más completa, el IoT habilitado por 5G afectará casi todos los elementos del mundo en el que trabajamos y vivimos. Aquí hay algunas áreas donde 5G marcará una diferencia especialmente dramática.
Mejorando el transporte
Las ciudades visionarias están agregando sensores a los autobuses, trenes y semáforos para reducir la congestión y optimizar las rutas. Las Vegas, bajo presión por la llegada de 42 millones de visitantes al año, está utilizando semáforos y cámaras de video habilitados para IoT para recopilar datos de tráfico. La información fluye hacia una red convergente donde la ciudad puede ajustar los tiempos de señal y redirigir vehículos para mejorar el flujo de tráfico. Las luces de calle inteligentes también pueden encenderse y apagarse en respuesta a peatones y ciclistas, mejorando la seguridad y conservando energía. Las ciudades también pueden compartir información sobre problemas de tráfico y condiciones climáticas con los equipos de emergencia, lo que les permite llegar al lugar más rápido, tal vez a tiempo para salvar vidas.
La tecnología 5G está revolucionando el Internet de las cosas, permitiendo una conectividad más rápida y confiable. Esto tiene un impacto significativo en diversas áreas, como el transporte, donde las ciudades pueden mejorar la eficiencia y la seguridad vial. Además, el IoT habilitado por 5G tiene el potencial de transformar la forma en que trabajamos y vivimos, desde la gestión de recursos hasta la atención médica y el entretenimiento.
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