El Impacto de la Pandemia en la Vida de los Adolescentes

La propagación del COVID-19 ha sido generalizada. Ha llevado al cierre de negocios y escuelas, y ha cambiado la dinámica de cómo los adolescentes viven su vida diaria. En la primavera de 2020, las actividades normales que los adolescentes estadounidenses experimentaban se vieron truncadas. Se cancelaron los bailes de graduación y las ceremonias de graduación. Las fiestas y reuniones se vieron interrumpidas. Los conciertos y eventos deportivos se pospusieron, lo que llevó a una nueva y potencialmente solitaria existencia. Los adolescentes se enfrentaron a varios problemas, muchos de los cuales tenían que ver con la ansiedad mental asociada a una nueva rutina. Si bien la mayoría de estos problemas fueron difíciles para los adolescentes, también hubo algunos beneficios que la nueva normalidad creó. Estos beneficios incluyen increíbles nuevas tecnologías que han permitido a los adolescentes asistir a la escuela e interactuar socialmente sin arriesgar una mayor propagación del COVID-19.

Una Nueva Situación Escolar

Asistir a la escuela secundaria y a la universidad son hitos en la vida de muchos adolescentes en todo el mundo. La propagación del COVID-19 en Estados Unidos cambió la dinámica de cómo los adolescentes asisten a la escuela y creó una nueva situación con sus pros y contras. La educación virtual se convirtió en la norma en 2020. Los estudiantes fueron enviados a casa en la primavera, mientras las escuelas intentaban adaptarse rápidamente a un nuevo entorno educativo. A principios del otoño de 2020, los estudiantes de todo el país se enfrentaron a la elección de si debían asistir a la universidad en persona o de forma virtual.

La educación virtual tenía varias ventajas sobre la educación presencial. En muchas escuelas de Estados Unidos, la educación presencial se convirtió en una carga más que en una bendición. Los estudiantes estaban separados y, en muchos casos, experimentaban una falta de socialización. Los comedores y las áreas de reunión estaban cerrados y se vigilaba a los adolescentes para asegurarse de que hubiera poco o ningún contacto. En muchas universidades de Estados Unidos, se les pedía a los adolescentes que se mantuvieran separados. Muchas escuelas hicieron que los estudiantes firmaran un código de conducta en el que podían ser castigados si se les sorprendía confraternizando. En una de las escuelas más prominentes de Estados Unidos, varios estudiantes fueron suspendidos y cientos fueron sancionados por violaciones. Las tácticas de asustar empleadas tenían como objetivo mantener a los adolescentes seguros, pero tuvieron el impacto de hacer que la experiencia educativa fuera desagradable. Muchas escuelas adoptaron un modelo híbrido que tenía sus pros y contras. Los adolescentes a quienes les gustaba tomar clases en la cama y moverse por su casa mientras aprendían se beneficiaron de la nueva experiencia híbrida. En varios casos, el modelo híbrido significaba que los adolescentes solo asistían a la escuela física un par de días a la semana. El aprendizaje a distancia se hizo común, tanto para estudiantes como para profesores. La experiencia de aprendizaje dependía en gran medida de la tecnología, que parece haber avanzado significativamente en poco tiempo.

Problemas de Socialización

Los años de adolescencia también pueden ser un momento difícil para los jóvenes. Aprender a interactuar y evitar conflictos no es una tarea fácil. Los primeros romances también tienen lugar durante estos años, y tener citas de forma virtual a una edad temprana no es lo ideal. Para aquellos que temían quedarse fuera y no ser invitados a fiestas, la pandemia ayudó a eliminar este problema. Además, los clubes exclusivos en las universidades están viendo que la interacción no es fácil durante una pandemia. Las fraternidades y hermandades no pueden reclutar nuevos miembros, lo que cambia la dinámica en las universidades de Estados Unidos. La Universidad de Duke ha adoptado un sistema de comunidad residencial similar al utilizado en Yale y Rice University. Este sistema elimina la necesidad de fraternidades y hermandades y ayuda a los adolescentes a adaptarse a una nueva vida universitaria.

La Conclusión

El distanciamiento social, que se utiliza para frenar la propagación del COVID-19, puede ser especialmente difícil para los adolescentes. Muchos de ellos se sienten desconectados de sus amigos. También se enfrentan a grandes desilusiones, ya que se cancelan o posponen graduaciones, bailes, temporadas deportivas y visitas a universidades. Afortunadamente, muchos adolescentes son hábiles en el uso de las redes sociales y la tecnología, lo que les ayuda a mantenerse conectados. Algunas de las aplicaciones más destacadas también han ayudado a los adolescentes a mantenerse conectados y continuar su educación. Productos como Zoom, Teams (aplicación de Microsoft), Facebook y Slack (adquirida por Salesforce.com) han visto aumentar sus precios en el mercado de valores. Si bien el comercio de quedarse en casa no durará para siempre, muchos de los productos creados por estas empresas han adelantado un futuro en el que los adolescentes aprenden a interactuar sin contacto social directo. Si bien estos productos no pueden reemplazar eventos importantes como bailes, graduaciones y citas, pueden proporcionar una forma para que los adolescentes socialicen y frenen la marea hasta que haya una vacuna lista para ayudar a los países de todo el mundo a volver a la normalidad.

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