La pandemia actual ha tenido un impacto significativo en la economía global y en diferentes sectores, incluido el Internet de las cosas (IoT). Aunque aún es temprano para evaluar completamente el alcance de este impacto, es importante destacar que el IoT no se trata solo de conectar dispositivos, sino de utilizar y analizar los datos que estos dispositivos recopilan para lograr un resultado.
La incertidumbre es alta en estos momentos, desde el impacto económico general hasta los cambios en el gasto del consumidor y cómo las empresas de diferentes sectores responden a la “nueva normalidad”. Sin embargo, podemos analizar cómo el mercado ha respondido hasta ahora a la pandemia y cómo vemos el futuro en este momento, reconociendo que tanto para las empresas como para los consumidores, el IoT no se trata solo de conectar dispositivos, sino de utilizar y analizar los datos que estos dispositivos recopilan para lograr un resultado.
Es importante tener en cuenta algunas suposiciones clave que respaldan nuestras últimas previsiones. Según los datos del FMI, el PIB mundial se contraerá un 3% este año y crecerá un 5,8% en 2021. Si estas predicciones siguen siendo válidas o no, es motivo de debate. Sin embargo, las noticias recientes sugieren que la crisis actual es mucho peor que la crisis financiera de 2007-2008, lo que apunta a una recuperación en forma de “U” en la producción económica, en lugar de la esperada recuperación rápida en forma de “V”. Por lo tanto, analizamos el impacto en el mercado del IoT desde una perspectiva a corto y largo plazo.
En cuanto a la demanda, la situación no es favorable. El índice PMI de manufactura, que mide la salud de la economía, ha caído en picado, lo que refleja una baja confianza empresarial. Los índices de confianza del consumidor también han disminuido debido al aumento del desempleo y la limitada capacidad de gasto. De la noche a la mañana, una gran proporción de empleados pasaron a trabajar de forma remota, lo que aumentó la necesidad de las empresas de apoyar a sus trabajadores mediante aplicaciones de software basadas en la nube.
En cuanto a la oferta, la producción se ha visto afectada debido a las interrupciones en las cadenas de suministro, lo que ha llevado a los fabricantes a buscar proveedores alternativos. La rápida reapertura de China ha ayudado a solucionar algunos de estos problemas. Sin embargo, a largo plazo, las empresas buscarán construir una mayor resiliencia en sus cadenas de suministro para poder “rastrear y rastrear” y tener visibilidad de sus activos. Potencialmente, también buscarán una mayor dispersión geográfica de proveedores e incluso la posibilidad de relocalización, es decir, establecer operaciones en el país para respaldar la producción local.
En resumen, la pandemia ha tenido un impacto significativo en la economía global y en el mercado del IoT. Aunque aún no podemos predecir con certeza cómo evolucionará la situación, es importante reconocer que el IoT seguirá siendo una herramienta clave para las empresas y los consumidores, ya que les permite utilizar y analizar datos para lograr resultados. Es fundamental que las empresas se adapten a esta “nueva normalidad” y busquen formas de fortalecer sus cadenas de suministro y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el IoT.