La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser solo una idea de ciencia ficción para convertirse en una realidad que está revolucionando la forma en que funcionan las cosas. Desde asistentes virtuales en nuestros teléfonos hasta traductores automáticos en línea, la IA ya juega un papel activo en nuestras vidas cotidianas.

La primera vez que escuchamos el término “inteligencia artificial”, es posible que nos venga a la mente la famosa película “Matrix” de 1999. En esta película, las máquinas inteligentes habían esclavizado a la humanidad y la mantenían sometida en una realidad simulada llamada Matrix. Aunque esta representación es exagerada, la realidad es que la IA ya está presente en muchos aspectos de nuestra vida diaria.

Probablemente estés familiarizado con asistentes virtuales como Siri o Google Now, que utilizan IA para responder a nuestras preguntas y realizar tareas. También es posible que hayas experimentado la IA al jugar ajedrez contra un oponente virtual o al participar en juegos de seguimiento de movimiento más sofisticados con Kinect. Incluso cuando utilizamos Google Translate o bloqueadores de spam, estamos interactuando con IA.

La IA es la ciencia que utiliza computadoras para realizar tareas que tradicionalmente requerían la intervención humana. Esta tecnología está acelerando la transformación digital de la industria y será fundamental para el éxito de nuestra economía digital en un mundo cada vez más conectado.

Para que la IA cumpla con su promesa, es necesario que sea predecible y confiable. Estos dos aspectos están interrelacionados. Un tratamiento predecible de los problemas complejos que la IA plantea, como la responsabilidad y el uso de datos permitido, fomentará la inversión y el uso de esta tecnología. Del mismo modo, el progreso requiere que los consumidores confíen en la tecnología, en la forma en que los afecta y en cómo se utilizan sus datos; un tratamiento predecible y transparente facilita esta confianza.

El conocimiento de la IA es fundamental para que los estudiantes puedan aprovechar las oportunidades laborales que ofrece. Estudiar IA nos permite comprender mejor los sistemas y herramientas con los que interactuamos a diario. Además, si profundizamos en el tema, podemos contribuir a la creación de aplicaciones de IA de vanguardia, como el automóvil autónomo de Google o Watson de IBM. Las posibilidades son infinitas.

Estudiar IA nos prepara para trabajar como ingenieros de software investigando redes neuronales, interfaces hombre-máquina e inteligencia artificial cuántica. También podemos trabajar en la industria para empresas como Amazon, desarrollando motores de recomendación para listas de compras, o en Facebook, analizando y procesando grandes cantidades de datos.

En resumen, la IA está transformando nuestra sociedad y nuestras vidas de muchas maneras. Es importante comprender su funcionamiento y sus implicaciones para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece. La IA no solo es el futuro, sino también el presente.

Fuente del artículo: The Hindu