La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en el nuevo buzzword en el mundo de los negocios. Cada vez más, los directores de tecnología (CIOs) están adoptando esta tecnología con el objetivo de transformar sus modelos de negocio y procesos tradicionales.
Según Leslie Joseph, Analista Principal de Forrester, la IA tiene el potencial de influir en el panorama empresarial y competitivo. Joseph clasifica la IA en dos segmentos: IA Pura y IA Pragmática (o Estrecha). La IA Pura es la que vemos en las películas de ciencia ficción, es la capacidad de los sistemas informáticos para realizar tareas intelectuales avanzadas que los humanos pueden hacer. Se cree que puede aprender, predecir y adaptarse a situaciones por sí misma. Por otro lado, la IA Pragmática tiene un alcance más limitado; es la capacidad de realizar tareas muy específicas, como transacciones de servicio al cliente, predecir el comportamiento del cliente, etc., y adaptarse a los desafíos empresariales. La IA Pragmática ya se ha utilizado y ha transformado los procesos empresariales. El Aprendizaje Automático (Machine Learning) es fundamental para la IA Pragmática, ya que proporciona la capacidad de aprender sin ser programado explícitamente.
En la última década, las organizaciones han presenciado la aparición de un procesamiento distribuido y extremadamente potente que les permite recopilar datos masivos y procesarlos a alta velocidad. La idea es recopilar los datos de entrenamiento y alimentarlos a los algoritmos de Aprendizaje Automático, de modo que los datos mismos entrenen los algoritmos y se desplieguen en el entorno en vivo. Sin embargo, este proceso es complicado y requiere un procesamiento intensivo. El Aprendizaje Automático implica un 99% de trabajo manual.
El siguiente nivel de la IA es el Análisis Predictivo, que analiza los datos desde un punto de vista nuevo y único. Los algoritmos de Aprendizaje Automático pueden optimizar de manera hiper eficiente las operaciones y las cadenas de suministro, automatizar los procesos empresariales y las decisiones.
La IA puede acelerar los procesos de descubrimiento en diversas áreas, por ejemplo, las compañías farmacéuticas están utilizando la IA para descubrir nuevos medicamentos, la investigación molecular y los laboratorios científicos. Myntra, por su parte, utiliza la IA avanzada para analizar las características de las prendas más vendidas, lo que les ha ayudado a reducir el tiempo de lanzamiento al mercado.
En conclusión, la Inteligencia Artificial está revolucionando la forma en que los negocios operan. Los CIOs deben adoptar esta tecnología para mantenerse competitivos en un mundo cada vez más digitalizado. La IA tiene el potencial de transformar los modelos de negocio y los procesos tradicionales, permitiendo a las empresas ser más eficientes y efectivas en sus operaciones.