La inteligencia artificial (IA) se está utilizando cada vez más para tomar decisiones en los mercados financieros. Los gestores de fondos empoderan a la IA para tomar decisiones de trading, identificando patrones en los datos financieros. Cuanta más información tenga la IA, más aprende. Y con el mundo financiero generando datos a un ritmo cada vez mayor, la IA debería estar mejorando. Pero, ¿qué sucede si los datos que la IA encuentra no son normales o representan una anomalía?
A nivel mundial, se generó alrededor de 10 veces más datos en 2017 que en 2010. Esto significa que los datos de mejor calidad están altamente concentrados en el pasado reciente, un mundo que ha estado funcionando con dinero barato suministrado por los bancos centrales a través de la compra de valores seguros, lo cual no es un estado “normal” para el mercado. Esto ha tenido varios efectos, desde provocar un aumento en las “empresas zombis” hasta crear mínimos generacionales en la volatilidad y fomentar recompras corporativas inusualmente grandes.
Con tantos datos residenciados en esta era, es posible que la IA no sepa cómo se ve realmente un mercado “normal”. Robert Kaplan, presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, señaló recientemente algunos de los extremos del mercado que existen hoy en día. El ensayo incluyó una advertencia de que los desequilibrios crecientes en la economía podrían aumentar el riesgo de un ajuste rápido. La capitalización bursátil del mercado de valores de Estados Unidos ahora es de alrededor del 135% del PIB, el más alto desde 2000; la deuda corporativa está en niveles récord; el volumen de negociación de 2017 en la Bolsa de Valores de Nueva York ha disminuido un 51% desde 2007, mientras que la capitalización de mercado de la NYSE ha aumentado un 28%; la volatilidad se encuentra en mínimos históricos, donde el mercado estadounidense ha pasado 12 meses sin una corrección del 3%. La volatilidad actual es “extraordinariamente inusual”, señaló Kaplan.
El crédito barato hace que los mercados sean menos volátiles. Cuando el crédito es fácil, una empresa puede confiar en la promesa de una deuda barata para mantenerse a flote, por lo que el valor de las acciones se vuelve menos volátil. Los mercados han experimentado períodos de baja volatilidad antes, y cada vez han terminado con un shock. Si este período actual termina violentamente, la IA entrenada en flujos de dinero predecibles de los bancos centrales no podrá conciliar lo que ve en los nuevos datos con lo que ha sido entrenada.
En conclusión, la inteligencia artificial está desempeñando un papel cada vez más importante en los mercados financieros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA puede enfrentar desafíos cuando se encuentra con datos anormales o que representan una anomalía. Los gestores de fondos y los inversores deben ser conscientes de estos posibles riesgos y considerar cómo pueden afectar sus decisiones de inversión. La IA puede ser una herramienta poderosa, pero también es importante tener en cuenta sus limitaciones y no depender exclusivamente de ella para tomar decisiones financieras.
