El impacto de la inteligencia artificial en las marcas y los inversores

La inteligencia artificial (IA) es un tema que genera mucha controversia en la industria tecnológica. Empresas como Microsoft y Google están advirtiendo sobre los posibles efectos negativos que puede tener la IA tanto para las marcas como para los inversores.

La IA se está volviendo cada vez más común, ya que las empresas buscan incorporarla en sus plataformas. Sin embargo, los críticos exigen justificación sobre el uso de esta tecnología e incluso piden su prohibición. A pesar de esto, la IA sigue siendo una industria multimillonaria, y muchas empresas tecnológicas están dispuestas a soportar una reputación dañada a cambio de obtener lucrativas ganancias.

En el informe anual de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Google del año 2018, la compañía destacó los problemas de marca relacionados con la IA que podrían afectar sus resultados financieros. Google menciona que “los nuevos productos y servicios, incluidos aquellos que incorporan o utilizan inteligencia artificial y aprendizaje automático, pueden plantear nuevos desafíos éticos, tecnológicos, legales y otros, que pueden afectar negativamente nuestras marcas y la demanda de nuestros productos y servicios, y perjudicar nuestros ingresos y resultados operativos”.

En su informe anual de la SEC del año pasado, Microsoft también hizo referencia a los posibles problemas de marca relacionados con la IA. La compañía señaló que “los algoritmos de IA pueden tener fallas. Los conjuntos de datos pueden ser insuficientes o contener información sesgada. Si permitimos o ofrecemos soluciones de IA que sean controvertidas debido a su impacto en los derechos humanos, la privacidad, el empleo u otros problemas sociales, podemos sufrir daños en nuestra marca o reputación”.

Uno de los aspectos más controvertidos de la IA es la tecnología de reconocimiento facial. Microsoft está solicitando a los gobiernos de todo el mundo que regulen su uso. La compañía quiere asegurarse de que esta tecnología, que tiene tasas de error más altas para las personas afroamericanas, no invada la privacidad personal ni se convierta en una herramienta de discriminación o vigilancia. Específicamente, el servicio de nube de Microsoft fue mucho menos preciso al detectar el género de las mujeres negras que el de los hombres blancos en las fotos.

La investigación muestra que los sistemas comerciales de inteligencia artificial tienden a tener tasas de error más altas para las mujeres y las personas de raza negra. Algunos sistemas de reconocimiento facial solo confundirían a los hombres de piel clara el 0,8% del tiempo, mientras que tendrían una tasa de error del 34,7% para las mujeres de piel oscura. Imagina el uso de la vigilancia con estos algoritmos defectuosos.

En conclusión, la inteligencia artificial tiene el potencial de tener un impacto significativo en las marcas y los inversores. Es importante que las empresas sean conscientes de los posibles problemas éticos, tecnológicos y legales que pueden surgir al utilizar esta tecnología. Además, es fundamental que se implementen regulaciones adecuadas para garantizar que la IA no cause daño a los derechos humanos, la privacidad o la igualdad.

Fuente del artículo: Forbes

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