La música es un lenguaje universal que nos conecta a todos. A lo largo de la historia, ha sido creada por compositores individuales o equipos de músicos. Sin embargo, en la era de la inteligencia artificial, estamos presenciando una nueva forma de creación musical.
En un artículo reciente de Wired, se exploran las colaboraciones entre músicos y la inteligencia artificial. David Byrne, músico y escritor, argumenta que la música creada por equipos es más accesible y puede transmitir sentimientos más “universales”. Pero, ¿qué sucede cuando tu compañero de composición no es humano, sino una inteligencia artificial?
Las compañías de tecnología, como Sony y Jukedeck, están utilizando la inteligencia artificial para producir éxitos musicales. Por ejemplo, Flow Machines, desarrollado por Sony’s Computer Science Laboratories, analiza canciones de todo el mundo y sugiere partituras que los artistas interpretan en canciones. Incluso ha creado un álbum debut llamado “Hello World”, donde la inteligencia artificial utilizó sílabas y palabras de canciones existentes para crear voces originales (aunque sin sentido).
Otro ejemplo es Jukedeck, que inicialmente fue desarrollado para componer música de fondo para videos generados por usuarios. Ahora, está siendo adoptado por estrellas del K-pop para crear nuevas canciones. Utilizando redes neuronales profundas, la inteligencia artificial predice secuencias de notas para componer canciones completamente nuevas. Los usuarios pueden seleccionar parámetros como el estado de ánimo, el género y los beats por minuto, y la inteligencia artificial genera una pista que los artistas pueden mejorar y personalizar.
La inteligencia artificial también está incursionando en la música clásica. Aiva, el Artista Virtual de Inteligencia Artificial, examina las obras de compositores como Bach, Beethoven y Mozart, y utiliza los principios de la teoría musical para hacer predicciones y generar modelos musicales. El programa reconfigura estos modelos en una pieza original y crea partituras nuevas. Esto ha llevado a la creación de canciones como “Among the Stars”, en el estilo del compositor John Williams.
Además de la composición musical, la inteligencia artificial también está siendo utilizada en el proceso de masterización de audio. Landr, por ejemplo, automatiza este proceso en cuestión de minutos. La inteligencia artificial compara las canciones casi terminadas con una base de datos de millones de canciones ya masterizadas y realiza ajustes basados en ajustes anteriores. Al procesar las canciones en conjunto, Landr logra un sonido unificado.
La inteligencia artificial está revolucionando la industria musical al ofrecer nuevas formas de creación y producción. Si bien algunos pueden argumentar que esto puede llevar a una falta de autenticidad, otros ven esto como una oportunidad para explorar nuevos territorios musicales y llegar a audiencias más amplias. La colaboración entre humanos y máquinas está abriendo puertas a la creatividad sin límites.
Fuente del artículo: Wired