El impacto de la inteligencia artificial en la escritura empresarial

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que hacemos negocios. Desde la automatización de tareas hasta la toma de decisiones, la IA está transformando la manera en que operamos en el mundo empresarial. Sin embargo, a medida que la IA se vuelve más sofisticada, surge la pregunta de si deberíamos permitir que las máquinas escriban por nosotros.

En los últimos años, hemos visto cómo la IA ha avanzado en el campo de la escritura. Ahora, las máquinas pueden completar nuestras frases, responder a nuestros correos electrónicos e incluso escribir informes y novelas. Pero solo porque puedan hacerlo, no significa que deban hacerlo.

La IA tiene un gran potencial en el ámbito de la toma de decisiones, donde los algoritmos pueden proporcionarnos conocimientos y consejos mientras realizamos nuestro trabajo. Según Gartner, la IA por sí sola creará un valor empresarial de $2.9 billones en 2021. Además, la evolución de la IA es necesaria para la seguridad empresarial, ya que los ciberdelincuentes la utilizarán para crear malware más sofisticado. Sin duda, la IA beneficiará a sectores como la manufactura, el diseño y el transporte, entre muchos otros. En resumen, la IA será un gran impulso para los negocios.

Sin embargo, a medida que nos adentramos en esta asociación con la inteligencia artificial, es importante salvaguardar la inteligencia humana. Y la mayor amenaza para la inteligencia humana es el software que escribe por nosotros.

La escritura empresarial asistida por IA se popularizó con Google Smart Reply hace cuatro años. Los usuarios de Google Inbox tenían la opción de elegir entre algunas respuestas predefinidas para la mayoría de los correos electrónicos. Esta función todavía existe en Gmail, y con un solo clic puedes responder con “¡Gracias!” o “¡Te lo enviaré!” o “¡Hagámoslo el viernes!”. El año pasado, Google agregó Smart Compose, que completa las frases que comienzas. Puedes elegir las palabras de Google presionando la tecla de tabulación. Si bien el uso de Smart Reply y Smart Compose ahorra tiempo, también hace que las respuestas sean aburridas. Esto se debe a que Google se asegura de que las respuestas sean genéricas y estén diseñadas para no molestar ni ofender a nadie (por ejemplo, la IA de Google nunca utiliza pronombres de género como “él” o “ella”), y también porque millones de usuarios de Gmail están utilizando las mismas palabras para sus respuestas. Todos sonamos iguales en nuestras respuestas. Y Google no es el único, Lightkey también ofrece una aplicación para Windows que funciona de manera similar a Smart Compose.

Si bien la IA puede ser útil en muchos aspectos de los negocios, debemos tener cuidado de no depender demasiado de ella en la escritura empresarial. La escritura es una habilidad humana única que nos permite expresar nuestras ideas y personalidad. Si permitimos que las máquinas escriban por nosotros, corremos el riesgo de perder esa individualidad y de convertirnos en copias aburridas y genéricas unos de otros.

En conclusión, si bien la IA tiene un gran potencial en el mundo empresarial, debemos ser cautelosos al permitir que las máquinas escriban por nosotros. Debemos valorar y proteger la inteligencia humana y reconocer que la escritura es una habilidad que nos distingue como seres humanos.

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