El Impacto de la Inteligencia Artificial en China

Imagina que estás esperando en la fila para abordar tu vuelo de regreso a casa. Entregas tu pase de abordar al empleado de check-in y de repente una luz parpadea en la pantalla. El empleado te dice: “Lo siento, no podemos permitirte abordar este avión porque tienes antecedentes de tratamiento por abuso de alcohol, lo cual las aerolíneas consideran que te convierte en un riesgo de viaje”. O tal vez, porque un enlace de datos con el departamento de policía indica que tienes múltiples multas de estacionamiento impagas. O quizás, tienes antecedentes de intentar visitar sitios web que el gobierno ha considerado problemáticos o incluso peligrosos, o porque las cámaras de vigilancia te captaron entrando a un edificio donde tiene su oficina un crítico vociferante del gobierno. Este escenario ficticio es ahora una realidad diaria en la República Popular de China, gracias a un enorme aparato de vigilancia policial impulsado por el Big Data y la inteligencia artificial.

Por ejemplo, ahora los trenes requieren identificaciones nacionales para comprar boletos, lo que permite al gobierno bloquear a activistas de derechos humanos o periodistas anticorrupción de viajar. En la provincia de Xinjiang, hogar de la minoría musulmana uigur de China, el gobierno utiliza el Big Data filtrado por inteligencia artificial para escrutar a cualquier persona que ingrese a una mezquita o incluso a un centro comercial gracias a miles de puntos de control que requieren un registro de identificación nacional, y que pueden recopilar datos en tiempo real con otra información personal, desde cuentas bancarias hasta planificación familiar. Este es el Nuevo Mundo Valiente de la IA china, como se describe en un nuevo artículo de MIT Technology Review. Es un escenario que da escalofríos, y no solo a los amantes de las libertades civiles.

Estados Unidos ha sido el centro de investigación en IA, desde la década de 1950. El peligro es que podemos estar perdiendo ese liderazgo frente a un país que no tiene reparos en explorar el lado oscuro del “aprendizaje automático” y la IA. Mientras los estadounidenses siguen atrapados en un estéril debate sobre si la IA llevará a una toma de control del mundo al estilo de Terminator, los chinos han seguido adelante con una tecnología que está afianzando el control total del Partido Comunista sobre el país y su población, pero que también revolucionará los asuntos militares de manera tan decisiva como la pólvora o el avión.

El liderazgo de Estados Unidos en este campo ha sido liderado por empresas del sector privado como IBM, Google y Apple. Pero cuando DeepMind de Google utilizó la IA para derrotar a un campeón humano de clase mundial en Go, el juego nacional de China, en 2017, llamó la atención de Beijing. Según Elsa Kania, experta en el ejército chino en el Center for a New American Security, el Ejército de Liberación Popular se dio cuenta entonces del potencial de la IA para brindarle una ventaja insuperable en el campo de batalla.

La IA está transformando rápidamente la sociedad china, desde la vigilancia masiva hasta el control de la población y los asuntos militares. Mientras tanto, Estados Unidos se encuentra en una encrucijada, debatiendo los aspectos éticos y las implicaciones de la IA, mientras China avanza sin restricciones. Es fundamental que Estados Unidos y otros países democráticos tomen medidas para mantenerse a la vanguardia en el desarrollo y la aplicación de la IA, no solo para proteger las libertades civiles, sino también para garantizar la seguridad nacional.

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