Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, bloqueó la propuesta de adquisición de Qualcomm Inc por parte de Broadcom Ltd, una empresa con sede en Singapur. Esta decisión ha tenido un gran impacto en el mundo de la tecnología y ha generado diversas repercusiones tanto para Broadcom como para Qualcomm.
Según fuentes cercanas al asunto, Broadcom ha decidido abandonar su oferta de adquisición de Qualcomm debido a las preocupaciones de seguridad nacional planteadas por el presidente Trump. Sin embargo, la compañía continuará con su plan de trasladar su sede a Estados Unidos. Esta reubicación implicará un costo adicional de aproximadamente $500 millones al año debido a una tasa impositiva más alta.
El traslado de la sede de Broadcom a Estados Unidos le permitirá realizar adquisiciones de empresas estadounidenses sin la supervisión del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés), que examina los acuerdos en busca de posibles preocupaciones de seguridad nacional.
La decisión de Trump de bloquear la adquisición de Qualcomm por parte de Broadcom se basa en la preocupación de que esta operación debilite la posición de liderazgo de Estados Unidos en tecnología móvil y otorgue a China una ventaja competitiva. La fusión entre Broadcom y Qualcomm habría creado la tercera compañía de semiconductores más grande del mundo, con una participación de mercado líder en teléfonos inteligentes, electrónica automotriz y dispositivos de internet industrial.
A pesar de la cancelación de esta adquisición, los analistas señalan que Broadcom aún puede fortalecerse a través de acuerdos más pequeños. Además, es posible que la compañía tenga más facilidades para adquirir empresas estadounidenses si lleva a cabo su plan de trasladar su sede a Estados Unidos.
El CEO de Broadcom, Hock Tan, ya ha demostrado su capacidad para transformar empresas más pequeñas en grandes corporaciones. En 2015, adquirió Broadcom, una empresa de California, por $37 mil millones, y dos años después compró Brocade Communications por $5.5 mil millones. Por otro lado, Qualcomm, con sede en San Diego, ha evolucionado desde ser un contratista aeroespacial militar de Estados Unidos hasta convertirse en el jugador dominante en tecnología de radio inalámbrica en las últimas dos décadas, con sus chips presentes en la mitad de todos los teléfonos inteligentes.
En conclusión, la decisión de Trump de bloquear la adquisición de Qualcomm por parte de Broadcom ha tenido un impacto significativo en la industria tecnológica. Aunque Broadcom ha decidido abandonar su oferta, la compañía aún tiene la oportunidad de crecer a través de otras adquisiciones más pequeñas. Además, su plan de trasladar su sede a Estados Unidos le permitirá realizar futuras adquisiciones sin restricciones del CFIUS. Por otro lado, Qualcomm deberá buscar otras oportunidades para mantener su posición en el mercado de tecnología móvil.
