En un intento por mostrar el poder de la inteligencia artificial, Walmart ha abierto una tienda en Levittown, Nueva York, que está repleta de cámaras de video, pantallas digitales y más de 100 servidores. Esta tienda parece más un centro de datos corporativo que una tienda minorista. Toda esta maquinaria ayuda a Walmart a rastrear automáticamente el inventario, de manera que sabe cuándo se está agotando el papel higiénico o cuándo es necesario reponer la leche. El objetivo de la compañía es crear “una visión del futuro del retail”, en el cual las computadoras, en lugar de los humanos, se encarguen de gran parte del trabajo pesado del comercio minorista.
La incursión de Walmart en la inteligencia artificial destaca cómo los minoristas están agregando cada vez más análisis de datos a sus tiendas físicas. Sin embargo, también arroja luz sobre algunos de los posibles problemas, ya que los consumidores se vuelven cada vez más cautelosos con la tecnología debido a una serie interminable de problemas de privacidad en compañías como Facebook.
Walmart no está solo en su intento de reinventarse en una industria que enfrenta una gran amenaza por parte de Amazon, una empresa experta en tecnología. Por ejemplo, la cadena de supermercados Kroger anunció a principios de este año que había recurrido a Microsoft para ayudar a construir dos tiendas de “experiencia conectada” en las cuales los compradores recibirían ofertas personalizadas, posiblemente en sus teléfonos mientras caminan dentro de la tienda o en pantallas ubicadas en los estantes.
Mark Russinovich, el director de tecnología de Microsoft Azure, mencionó en una entrevista reciente con Fortune que estas tiendas futuristas necesitarían procesar sus datos de manera cercana, en lugar de hacerlo lejos en la nube, para evitar retrasos. Equipar estas tiendas conectadas a Internet podría ser un negocio lucrativo para empresas como Microsoft, que desean vender potencia informática a los minoristas. Incluso los proveedores tienen un nombre para este mercado emergente: “edge computing”. Sin embargo, no hay garantía de que los minoristas se salven gracias a esto, ya que los consumidores podrían rechazar la idea de ser rastreados por cámaras mientras caminan por los pasillos y de ser bombardeados con ofertas de descuento.
En aparente anticipación a las posibles críticas, Walmart ha llenado su nueva tienda con quioscos que informan a los compradores sobre la tecnología que ha instalado. Para que los minoristas tengan éxito, los consumidores deben sentirse cómodos con el uso de sus datos y con la forma en que son rastreados.
El futuro del retail está en constante evolución y la inteligencia artificial está desempeñando un papel fundamental en esta transformación. A medida que las empresas buscan mejorar la eficiencia y la experiencia del cliente, es importante encontrar un equilibrio entre la tecnología y la privacidad de los consumidores. Solo así podremos disfrutar de un futuro del retail verdaderamente revolucionario.
Artículo original: Fortune