El Futuro del IoT: La Evolución de la Conectividad Celular

El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) ha revolucionado la forma en que interactuamos con el mundo digital. Desde dispositivos inteligentes en nuestros hogares hasta sistemas de monitoreo en la industria, el IoT ha abierto un mundo de posibilidades. Sin embargo, la conectividad celular tradicional no fue diseñada para soportar las demandas del IoT.

Los proyectos basados en redes celulares han enfrentado desafíos significativos. Por un lado, las sesiones móviles agotan rápidamente las baterías de los dispositivos IoT, lo que dificulta su uso en lugares remotos o de difícil acceso. Además, los modelos de negocio también han sido un obstáculo, ya que los cargos por datos pueden aumentar considerablemente sin el plan adecuado.

Afortunadamente, la evolución de las tecnologías de conectividad celular ha abierto nuevas oportunidades para el IoT. Con la llegada de LTE-M y NB-IoT, se ha logrado reducir el consumo de energía y optimizar el intercambio de datos. Estas tecnologías permiten a los desarrolladores utilizar chips “nano” de empresas de semiconductores, que se integran en módulos cada vez más pequeños. Estos módulos, además de ser compatibles con 2G y/o GPS, ofrecen funcionalidades adicionales como procesadores, memoria, almacenamiento de energía y puertos para antenas.

La disponibilidad comercial de chips preparados para 5G, diseñados específicamente para aplicaciones de IoT de baja potencia y ancho de banda, ha permitido a los desarrolladores acceder a módulos celulares. Estos módulos, que se basan en la funcionalidad del chipset, agregan soporte adicional como firmware, memoria, procesadores y una forma simplificada de conectar el dispositivo a una placa de circuito.

Los módems integrados representan el siguiente nivel en la evolución de la conectividad celular para dispositivos IoT. Estos módems, que se basan en la funcionalidad del módulo, añaden características como gestión de energía, una MCU incorporada, una interfaz SIM, la capacidad de actualizar el firmware de forma remota y pines simples y consistentes para conectar a una placa de circuito y una antena. Además, los módems integrados están certificados por los operadores como “Dispositivos Finales”, lo que significa que el dispositivo IoT final que contiene el módem integrado no necesita pasar por más certificaciones de operadores.

Cada paso en esta evolución, desde el chipset hasta el módulo y el módem integrado, representa una reducción en el riesgo técnico, una reducción en los plazos de desarrollo y una reducción en el tiempo de comercialización. Esto ha permitido a los innovadores crear soluciones de IoT más eficientes y rentables.

En resumen, el futuro del IoT está estrechamente ligado a la evolución de la conectividad celular. Con tecnologías como LTE-M, NB-IoT y los módems integrados, el IoT se vuelve más accesible, eficiente y rentable. Estamos presenciando una revolución en la forma en que interactuamos con el mundo digital, y el IoT está liderando el camino hacia un futuro más conectado.

Fuente del artículo: IoT Evolution

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