Un nuevo informe de investigación de Inmarsat intenta vislumbrar el futuro del uso de IoT en las empresas. Específicamente, el estudio del Programa de Investigación de Inmarsat se ha centrado en cuatro industrias verticales: agritech, producción de energía, transporte y minería, que son los sectores en los que Inmarsat cree que se encuentra la base de la seguridad y estabilidad en el mundo. ¿Por qué? Porque a medida que la población mundial aumenta a 10 mil millones para 2050, necesitaremos nuevos métodos de producción si queremos alimentar a todos; la masiva urbanización desafiará cómo conectamos nuestras ciudades y permitimos el transporte; la demanda de energía solo aumentará; y sin los materiales primarios de la minería, nuestra capacidad para construir la infraestructura necesaria se verá severamente restringida.
La investigación de Inmarsat confirmó que IoT es actualmente la tecnología más prominente en la transformación digital de la industria. Se encontró que el 82% de los encuestados habrán adoptado alguna forma de IoT en los próximos dos años. La razón parece ser que sin IoT y sus sensores y datos, muchas otras innovaciones tecnológicas, como el aprendizaje automático, la robótica, la automatización, la impresión 3D, la inteligencia artificial y la realidad aumentada, no podrán ofrecer un valor significativo.
Desafíos
A pesar de que IoT es una tecnología fundamental, su implementación no está exenta de desafíos significativos para las empresas. Inmarsat identifica tres desafíos principales: la recolección de datos, la conectividad y las habilidades.
Tres cuartas partes de los encuestados dijeron que necesitaban mejorar sus procesos para protegerse contra ataques maliciosos, y poco más de la mitad informó la necesidad de reducir los riesgos de uso accidental por parte de los empleados. En cuanto a llevar los datos hacia y desde los sensores remotos (un escenario común en los cuatro sectores industriales), los encuestados dijeron que enfrentan el desafío de obtener el nivel de conectividad confiable que requieren, incluso en áreas urbanas.
El tercer gran desafío se refiere a la escasez global de habilidades. El 60% de los encuestados informaron que necesitaban personal adicional con experiencia en ciberseguridad para manejar las vastas cantidades de datos que generan las soluciones de IoT; el 46% identificó una falta de personal con experiencia en análisis y ciencia de datos; y el 48% carecía de las habilidades de soporte técnico necesarias para que sus proyectos de IoT sean exitosos. Además, el 72% de los encuestados identificaron una escasez de personal con experiencia en la gestión de implementaciones de IoT, y el 80% carecía de habilidades en la entrega práctica de soluciones de IoT para garantizar que las soluciones funcionen como se pretende.
“Existe un reconocimiento claro por parte de las organizaciones de todas las industrias de que IoT desempeñará un papel fundamental en su transformación digital y en su capacidad para lograr una ventaja competitiva”, dijo Paul Gudonis, presidente de la Unidad de Negocios Empresariales de Inmarsat. “Pero muchas empresas se encuentran actualmente sin el personal capacitado necesario para esta transformación y no pueden aprovechar el potencial que ofrecen las soluciones de IoT. A menos que se aborde adecuadamente esta falta de habilidades, existe el riesgo de que los proyectos de IoT fracasen y que las empresas se expongan a nuevas amenazas de seguridad, frenando así la innovación”.
Colaboración
Inmarsat afirma que el resultado de estos desafíos es que las organizaciones están trabajando de manera más colaborativa que nunca, utilizando socios de múltiples formas para cubrir las brechas y lograr el éxito en la implementación de IoT. Las empresas innovadoras con conocimientos específicos del sector deben atraer a una red de organizaciones especializadas y trabajar con sus clientes para impulsar nuevas formas innovadoras de hacer las cosas mejor. Los proveedores de infraestructura de red confiables que pueden operar en cualquier parte del mundo deben trabajar en estrecha colaboración con las empresas usuarias finales para asegurarse de que comprenden sus necesidades operativas.
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