Imagina que estás en el supermercado y acabas de tomar un paquete de pasta de la estantería y lo colocas en tu carrito de compras. En este momento, lo que sucede a continuación es que continúas comprando antes de dirigirte al punto de venta para pagar la pasta y cualquier otra cosa que hayas recogido. Pero Wayne Harper, director técnico senior de Zebra Technologies para Asia Pacífico, imagina un escenario diferente en el futuro: uno en el que los sistemas de IoT en la tienda impulsen oportunidades de venta cruzada o adicional.
En el mundo minorista imaginado por Harper, el paquete de pasta está etiquetado y la etiqueta activa un beacon cercano, una pequeña caja que puede comunicarse con otros dispositivos, típicamente a través de Bluetooth. Reconociendo la pasta en el carrito y el hecho de que se está moviendo por el pasillo, el beacon puede activar una pantalla en la tienda o, si has optado por ello, enviar un mensaje a tu smartphone con una oferta adicional para acompañar tu próxima compra de pasta.
“De repente, el supermercado ha ‘visto’ a alguien poner pasta en su carrito de compras”, dijo Harper. “Luego, mientras pasan por las verduras frescas, el supermercado podría mostrar una promoción de tomates orgánicos o algo así porque no has puesto salsa de pasta en el carrito. El sistema asume que si alguien ha comprado pasta, típicamente también compraría salsa de pasta, pero si no lo ha hecho, ¿qué tal si promovemos orégano fresco y tomates porque tal vez estén pensando en crear su propia salsa?”
Harper cree que el uso de compras previstas para activar pantallas en la tienda no generaría preocupaciones de privacidad si el mensaje se muestra como una oferta genérica, en lugar de una dirigida específicamente a un cliente en particular. Sin embargo, cree que existe la posibilidad de construir sistemas que puedan enviar mensajes privados a los clientes, siempre y cuando opten por ello y acepten recibir dichos mensajes.
Las primeras pruebas de la tecnología beacon ya están en marcha en Australia. Incluyen un piloto en Westfield Hornsby, en el norte de Sydney, que ofrece ofertas basadas en la ubicación a los clientes que optan por recibirlas. Harper cree que aunque los minoristas se encuentran en diferentes etapas de preparación técnica para la adopción de IoT, están dispuestos a adaptarse, especialmente si eso significa competir con rivales más pequeños y ágiles. Esto se refuerza con la reciente Encuesta Global de Compradores de Zebra, que encontró que el 96 por ciento de los minoristas están dispuestos a realizar cambios para incorporar el Internet de las Cosas en sus operaciones.
El futuro del Internet de las Cosas en el supermercado está cada vez más cerca. Pronto podríamos ver cómo los productos que compramos activan promociones y ofertas personalizadas en tiempo real. Aunque algunos puedan tener preocupaciones sobre la privacidad, la clave está en ofrecer opciones a los clientes y permitirles decidir si desean recibir mensajes adicionales. Sin duda, esta tecnología tiene el potencial de mejorar la experiencia de compra y ayudar a los minoristas a competir en un mercado cada vez más digital.