El Futuro del Internet de las Cosas en Asia

El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es una tendencia tecnológica que está revolucionando la forma en que interactuamos con los dispositivos y objetos de nuestro entorno. Esta tecnología permite la conexión y comunicación entre diferentes dispositivos, lo que abre un mundo de posibilidades en términos de comodidad y eficiencia.

Según un estudio realizado por Worldpay, la adopción global del IoT podría tener lugar en Asia, impulsada por las iniciativas gubernamentales y las inversiones en infraestructura. Sin embargo, los consumidores adoptarán una postura de espera y observación. La investigación de Worldpay revela que la confianza del consumidor, especialmente en lo que respecta a las compras a través de dispositivos conectados, aún no ha alcanzado su punto máximo en Australia, China y Singapur.

Los consumidores chinos mostraron la mayor comodidad con el IoT, con solo un 18% de ellos sintiéndose incómodos con un dispositivo que ordene un producto en su nombre sin preguntar. Por otro lado, los australianos mostraron la menor comodidad, con un 39% de ellos sintiéndose incómodos. En todos los mercados, la privacidad y el hacking son las principales preocupaciones de los consumidores.

El estudio de Worldpay encuestó a más de 20,212 consumidores en 10 mercados diferentes sobre el IoT y los dispositivos conectados en el hogar, así como sobre su comodidad al realizar pagos a través de esta tecnología. Con cada vez más dispositivos conectados a Internet cada día, es cada vez más importante que los dispositivos inteligentes se comuniquen entre sí de manera rápida y sencilla. Algunos de estos dispositivos inteligentes consumen servicios de otros dispositivos, lo que significa que se necesita un pago.

China lidera la carga del IoT, con más de la mitad (61%) de los consumidores diciendo que se sentirían cómodos con un dispositivo que compre en su nombre sin pedir permiso. Esta comodidad ocupa el segundo lugar en el mundo de los mercados encuestados por Worldpay, solo superado por Brasil (81%). Sin embargo, Singapur se encuentra en un punto de inflexión. Aunque la tecnología está lista y cuenta con el apoyo del gobierno, los consumidores aún tienen preocupaciones sobre las compras de IoT realizadas sin su conocimiento, y el 55% querría aprobar una compra antes de que se realice.

Los australianos no están listos para adoptar completamente el IoT y son los más propensos a exigir reglas claras sobre lo que la tecnología de IoT puede comprar y cuándo (50%). Con un 18% de los consumidores diciendo que nada les daría tranquilidad, los fabricantes y minoristas que buscan aprovechar el IoT para el comercio electrónico esperan enfrentar una batalla cuesta arriba en Australia. La privacidad y el hacking son las principales preocupaciones de los consumidores en los tres mercados. Más del 70% de los consumidores en cada mercado están preocupados de que los fabricantes compartan sus datos personales, y un número igualmente alto está preocupado por la posibilidad de que los dispositivos conectados sean hackeados por estafadores.

El apoyo gubernamental y la infraestructura tecnológica en Asia Pacífico demuestran que la región está lista para un futuro de IoT. La incorporación de pagos de comercio electrónico en dispositivos conectados beneficiaría a los consumidores en términos de comodidad y a las empresas al eliminar barreras de pago. Sin embargo, la investigación de Worldpay muestra que los consumidores aún tienen reservas y temores sobre la privacidad, la seguridad y el control del IoT, lo que finalmente frena su adopción.

Phil Pomford, Gerente General para Asia Pacífico en Worldpay, comentó: “Ya sea realizado por un humano o una máquina, es vital que los consumidores sigan teniendo el control cuando delegan tareas de pago. Nuestra investigación ha demostrado que siempre debe haber un ‘acto de consentimiento’ consciente; ya sea a través de una notificación del dispositivo, un botón de confirmación o una regla preestablecida como un límite de gasto, que se acuerde de antemano.”

En conclusión, el futuro del IoT en Asia se ve prometedor gracias a las iniciativas gubernamentales y las inversiones en infraestructura. Sin embargo, los consumidores aún tienen preocupaciones sobre la privacidad, la seguridad y el control. Es importante que los fabricantes y minoristas aborden estas preocupaciones y brinden a los consumidores la confianza necesaria para adoptar plenamente el IoT.

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