El cloud computing y el almacenamiento en la nube han generado una gran promoción y entusiasmo en todo el mundo. Cada empresa requiere servicios en la nube de alguna forma para mantener sus actividades diarias. Amazon fue el primero en lanzar servicios web y el resto siguió el mismo patrón. Actualmente, la discusión sobre la innovación en la nube se centra en los beneficios de los sistemas descentralizados. Las empresas saben que la tecnología en la nube tiene enormes ventajas, pero muchas desconocen su uso. Además, existe el temor a la seguridad en la nube, sin embargo, con el aumento de las capas de seguridad avanzadas en las áreas de almacenamiento, las empresas han logrado confianza para utilizarla.
Al observar el creciente número de tendencias en el área tecnológica, el cloud computing en 2020 está listo para experimentar un avance y cambio gigantesco.
Edge Computing
Cuando pensamos en el cloud computing, normalmente se nos vienen a la mente los centros de datos centralizados, con miles de servidores físicos. Sin embargo, esta visión pasa por alto una de las mejores nuevas puertas para la nube: la infraestructura de nube distribuida. A medida que las organizaciones necesitan acceso casi instantáneo a datos y recursos informáticos para atender a sus clientes, están recurriendo cada vez más al edge computing. El edge computing integra ciertos procesos informáticos desde los centros de datos centralizados hacia lugares más cercanos a los clientes, dispositivos y sensores. IDC lo describe como una “red de malla de microcentros de datos que procesan o almacenan información crítica localmente y envían todos los datos recibidos a centros de datos centrales o archivos de almacenamiento en la nube, en una superficie de menos de 100 pies cuadrados”. Esta configuración es especialmente beneficiosa para el Internet de las cosas (IoT), con su necesidad de recopilar y procesar grandes cantidades de información en tiempo real y con un bajo nivel de inactividad. Puede reducir los costos de red al enviar solo los datos más importantes, en lugar de flujos brutos de información de sensores. Por ejemplo, una empresa de servicios públicos con sensores en su equipamiento de campo puede analizar y filtrar la información antes de enviarla y sobrecargar los recursos de red y computación. El edge no es el fin del cloud computing, sino más bien una evolución natural que verá a las empresas de telecomunicaciones, fabricantes y muchas otras industrias utilizarlo a medida que comienza la nueva década.
Quantum Computing
No hay duda de que habrá un salto en la eficiencia de las computadoras en los próximos años. Esto será posible exclusivamente gracias al desarrollo de hardware a través de la computación cuántica. Los datos podrán procesarse a una velocidad rápida por las computadoras y servidores debido a la naturaleza de la computación cuántica en comparación con los modelos actuales. Esta eficiencia será muy útil para la tecnología de cloud computing, ya que depende de la velocidad de las redes. El procesamiento de las operaciones de blockchain también resultará en una disminución en el consumo de electricidad y energía. Esto será posible gracias a la importancia del almacenamiento en la nube, que garantizará un menor consumo de energía a pesar de la gran cantidad de tareas de computación. Los consumidores se beneficiarán con facturas de energía mensuales reducidas. Este avance traerá cambios positivos a nivel social y económico.
Por lo tanto, el futuro del cloud computing en 2020 nos sorprenderá.
Artículo basado en: Analytics Insight