El futuro del Big Data: El almacenamiento en la nube se convierte en el lago de datos por defecto

El Big Data ha revolucionado la forma en que las empresas gestionan y analizan grandes volúmenes de datos. En el año 2018, se espera que el almacenamiento en la nube se convierta en la opción preferida para el almacenamiento de datos, reemplazando a los tradicionales data lakes.

El artículo menciona que cada vez es más difícil ignorar el impacto de la inteligencia artificial (IA) en nuestras vidas. La IA tiene implicaciones que van desde lo geopolítico hasta lo cotidiano y lo inquietante. Además, el Internet de las cosas (IoT) está teniendo un creciente impacto en diversos aspectos de nuestra vida, desde nuestros hogares hasta la forma en que los hospitales brindan atención médica, se conducen los autos autónomos, se gestionan las fábricas y se administran las ciudades inteligentes.

La llegada del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), que entrará en vigor en 2018, está obligando a las organizaciones a replantearse la privacidad y las implicaciones de soberanía nacional para los datos almacenados en bases de datos y almacenamiento en la nube. Esto ha llevado a cambios significativos en las estrategias de gestión de la nube, el análisis en tiempo real y los data lakes.

Según una encuesta global realizada por Ovum, el 27.5% de los grandes volúmenes de datos ya se encuentran desplegados en la nube. Esto demuestra que cada vez más organizaciones están optando por la nube como su opción preferida para el almacenamiento y procesamiento de datos.

Además, el informe revela que la mayoría de las organizaciones utilizan más de un proveedor de servicios en la nube, al igual que en sus centros de datos. Esto se debe a una combinación de políticas corporativas y decisiones departamentales que buscan la eficiencia y la conveniencia.

En resumen, el futuro del Big Data se encuentra en la nube. El almacenamiento en la nube se está convirtiendo en el lago de datos por defecto para las organizaciones, reemplazando a los tradicionales data lakes. Esto se debe a los avances en la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y las regulaciones de protección de datos. Las organizaciones deben adaptarse a estos cambios y aprovechar las ventajas que ofrece la nube para gestionar y analizar grandes volúmenes de datos de manera eficiente y segura.

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