El Futuro del Almacenamiento de Datos: La Era del Edge Computing

En un futuro cercano, la nube no podrá hacer frente a la demanda de miles de millones de dispositivos que buscan almacenamiento de datos, y se adoptará una tecnología más localizada llamada “edge”.

Imaginemos un viaje en el tiempo al Reino Unido en el año 2025: Harry es un adolescente con un smartphone y Pauline es una persona mayor con Alzheimer que depende de unas gafas inteligentes para vivir de forma independiente. Harry está frustrado porque su juego en línea favorito va lento, y Pauline está ansiosa porque su aplicación de salud no responde. Según Forbes, para el año 2025 más de 80 mil millones de dispositivos, desde dispositivos ponibles y smartphones hasta sensores de fábricas y ciudades inteligentes, estarán conectados a internet. Se generarán alrededor de 180 billones de gigabytes de datos ese año. Actualmente, casi todos los datos que generamos se envían y procesan en nubes distantes. Sin embargo, esta forma de almacenamiento y procesamiento de datos se está volviendo poco práctica y, a medida que se conecten miles de millones de dispositivos más, los retrasos debido a redes congestionadas serán significativos.

Las frustraciones de Harry y Pauline serán la norma a medida que las aplicaciones se comuniquen con nubes distantes a través de una internet congestionada, volviéndose más lentas y menos responsivas. Después de todo, los segundos importan. Harry tendrá una mala experiencia de juego si hay un retraso de 50 milisegundos en su smartphone. Incluso un retraso de 10 milisegundos entre el movimiento de la cabeza de Pauline y la aparición de la información procesada en las gafas inteligentes le causará mareos. Para imaginar otro escenario futurista, un retraso de una décima de segundo podría ser desastroso para un automóvil autónomo que viaja a 70 millas por hora. Por lo tanto, no es inconcebible que las limitaciones en las provisiones de la nube puedan llevar a situaciones de vida o muerte.

Para que los usuarios de la nube puedan operar en tiempo real, experimentando retrasos de no más de un milisegundo, asumiendo que las redes en todo el mundo puedan transmitir datos a la velocidad de la luz, los datos deberán procesarse a menos de 93 millas del usuario. El edge computing es una nueva tecnología disruptiva, aún en sus primeras etapas, que ofrece una solución. Los retrasos se reducirán al procesar los datos geográficamente más cerca de los dispositivos donde se necesitan, es decir, en el borde de la red, en lugar de en una nube distante. Por ejemplo, los datos del smartphone podrían procesarse en un enrutador doméstico y la información de navegación en las gafas inteligentes podría obtenerse de una estación base móvil en lugar de la nube.

¿Realmente sucederá esto? El valor del edge computing radica en hacer que las aplicaciones sean altamente responsivas al minimizar los retrasos. Esta propuesta atractiva ha atraído una inversión significativa de grandes empresas, incluyendo Cisco, Dell y Arm, todas ellas con una gran presencia global. El mercado se dirige hacia la adopción del edge computing, y los investigadores de universidades están examinando y desarrollando esta tecnología de cerca.

En resumen, el futuro del almacenamiento de datos está en la era del edge computing. A medida que más dispositivos se conecten a internet, la nube no podrá satisfacer la demanda y los retrasos serán inevitables. El edge computing ofrece una solución al procesar los datos más cerca de los dispositivos, lo que permite una mayor velocidad y capacidad de respuesta en las aplicaciones. Estamos presenciando el comienzo de una nueva era en el almacenamiento de datos, y el edge computing está liderando el camino hacia un futuro más eficiente y conectado.

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