El Nasdaq, conocido por ser una bolsa de valores de rápido movimiento y por albergar a gigantes de la industria tecnológica de Estados Unidos como Microsoft, Google y Apple, está buscando adaptarse a los desarrollos económicos del siglo XXI. Aunque su identidad está asociada principalmente con las acciones, la compañía reconoce que esta percepción está un poco desactualizada.
Desde hace tiempo, el Nasdaq ha diversificado sus operaciones en mercados como opciones y tecnología de negociación para compensar la disminución de los márgenes de beneficio en las acciones. Sin embargo, desde el fracaso del lanzamiento de Facebook en 2012, todas las grandes salidas a bolsa de empresas tecnológicas en los últimos años, como Alibaba, Twitter y Snap, han ido a parar a su gran rival, la Bolsa de Nueva York.
Estos acuerdos de alto perfil también han sido escasos en los últimos tiempos, ya que la última generación de innovadores ha optado por mantenerse en el ámbito privado. “Hay muchas ideas equivocadas sobre el negocio de las bolsas de valores: ahora son realmente empresas tecnológicas. Cuando hablo con gestores de cartera, lo primero en lo que piensan es en la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq y las empresas tecnológicas”, dice Kyle Martin, analista de Westwood Holdings Group.
A medida que los mercados y las bolsas de valores cambian, el Nasdaq también está evolucionando. Adena Friedman asumió el cargo de directora ejecutiva en enero, sucediendo a Bob Greifeld, el director ejecutivo más antiguo del Nasdaq y el arquitecto del negocio moderno. Friedman, quien ascendió en la compañía desde mediados de los años 90, tiene como objetivo adaptarse a los desarrollos económicos del siglo XXI, como la inversión pasiva, la gestión de datos, la inteligencia artificial e incluso la llamada economía gig.
Después de una revisión de toda la compañía, Friedman ha determinado que el futuro radica en la tecnología, los datos y el análisis, que representaron colectivamente aproximadamente el 35% de las ventas netas en la primera mitad de este año. Esto se compara con el 37% de los servicios de mercado, la unidad que contiene sus negocios de negociación en acciones, opciones, derivados, renta fija y mercados energéticos. El resto corresponde al negocio de listados y servicios corporativos.
“Es un reconocimiento y una realización de dónde realmente podemos definirnos y aprovechar las oportunidades de crecimiento en nuestro espacio”, dice Friedman. Avances como la computación en la nube, la inteligencia artificial e incluso la tecnología emergente de blockchain hacen posible estos movimientos ahora, según ella. Ya ha dado algunos pasos hacia una reorganización. En julio, adquirió Sybenetix, una empresa de software del Reino Unido que utiliza inteligencia artificial para detectar operadores fraudulentos, y en septiembre anunció la compra de eVestment, una empresa de análisis para gestores de activos, por $705 millones.
Los analistas aplauden los planes del Nasdaq de invertir en negocios emergentes de alto crecimiento, después de haber gastado mucho en negocios de negociación que enfrentaban presiones de precios y dependencia de la volatilidad del mercado. Sin embargo, advierten que algunos gestores de fondos aún necesitan ponerse al día. “Los inversores pueden tener dificultades para entender qué es exactamente el Nasdaq”, dice Alex Kramm, analista senior de investigación en UBS, quien recomienda comprar acciones de la compañía. “Es una colección de muchos negocios diferentes que parecen tener sentido juntos, pero claramente hay muchas cosas diferentes en él”.
En resumen, el Nasdaq está buscando adaptarse a los cambios económicos y tecnológicos del siglo XXI. Con su enfoque en la tecnología, los datos y el análisis, la compañía espera aprovechar las oportunidades de crecimiento en su espacio. A medida que los mercados evolucionan, es esencial que el Nasdaq se mantenga a la vanguardia de la innovación y continúe siendo un líder en el mundo de las finanzas y la tecnología.