Estamos firmemente establecidos en la “era del cliente”, donde los sistemas, estrategias y productos se basan más en las necesidades de las personas que los utilizan y menos que nunca en las de las empresas que los producen. Con la generación del milenio definiendo al cliente arquetípico y liderando esta tendencia hacia la centración en el cliente, los sistemas ERP (Enterprise Resource Systems), al igual que muchas otras tecnologías, han seguido el mismo camino, dando lugar a los ERP orientados al consumidor.
Desarrollar e incorporar sistemas ERP orientados al consumidor es un esfuerzo complejo no exento de desafíos, pero tanto los desafíos como los beneficios están cambiando la forma en que vemos y utilizamos los ERP. Las soluciones ERP tradicionalmente se subutilizan, pero un enfoque más centrado en el usuario en su diseño puede hacer que sean más relevantes y útiles para las organizaciones, impulsando una mayor adopción y valor.
Para que las organizaciones maximicen el valor de su sistema ERP, deben asegurarse de que su funcionalidad inherente pueda ser utilizada de nuevas formas, por una nueva generación de usuarios. Los sistemas ERP deben mantenerse relevantes. Para asegurarse de que lo hagan, las organizaciones deben mantenerse al día no solo con los cambios en los requisitos de uso, sino también con las actualizaciones y mejoras posteriores a la tecnología ofrecida por los fabricantes de ERP.
Con este propósito y para atraer a los millennials, las soluciones ERP orientadas al consumidor basadas en la nube que incorporan características avanzadas, alta velocidad y potencia de procesamiento, eficiencia y actualizaciones regulares en el backend, con un fácil acceso omnicanal y facilidad de uso en el frontend, tienen más sentido. Hoy en día, los servicios ERP se acceden a través de una variedad de dispositivos y canales, por lo que las organizaciones deben esforzarse por lograr una experiencia de usuario armoniosa y consistente en todos ellos.
La experiencia del usuario debe ser considerada en tres niveles: la interfaz de usuario (UI), la aplicación y la base de datos reales, y la plataforma en la que se entregan. Si bien la UI es importante, incluso la interfaz más bien diseñada e intuitiva será ineficaz y poco atractiva sin el respaldo de aplicaciones ERP subyacentes rápidas y receptivas.
En resumen, el futuro de los sistemas ERP se centra en el cliente. Las organizaciones deben adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios y aprovechar las actualizaciones y mejoras tecnológicas para mantenerse relevantes. Los sistemas ERP orientados al consumidor, basados en la nube y con una experiencia de usuario armoniosa, son la clave para maximizar el valor y la adopción de estas soluciones.