En tiempos de crisis, los seres humanos tienen una capacidad sorprendente para adaptarse y superar los desafíos. Sin embargo, una vez que la crisis ha pasado, tendemos a volver a nuestras viejas costumbres y comportamientos. Esto no significa que el futuro será exactamente igual al pasado, sino que habrá una lucha entre la ansiedad por mantenernos seguros y el deseo de volver a los patrones de comportamiento arraigados en nosotros.
Si bien las personas tienden a resistirse al cambio, hay algunos comportamientos emergentes que parecen tener el impulso suficiente para perdurar más allá de la crisis. Estos comportamientos cumplen con ciertos criterios, como ser económicamente favorables, satisfacer una necesidad humana persistente y evolucionar a medida que la crisis se desvanece.
Uno de estos comportamientos es la interactividad en grupo a través de video. Aunque las personas dejarán de estar separadas físicamente, el uso de eventos en video grupales continuará. Las reuniones familiares, la formación global, los cursos universitarios y los entrenamientos en grupo se llevarán a cabo en línea. Estas actividades llenan una necesidad latente de conexión que va más allá de las interacciones en persona.
Otro comportamiento que probablemente se mantendrá es el uso de modelos de entrega mixtos. Ahora que una gran parte de la población mayor ha comenzado a pedir alimentos y productos en línea, es probable que continúen haciéndolo en cierta medida. Los modelos de entrega mixtos se convertirán en una parte estándar de la vida cotidiana, especialmente para los consumidores mayores.
El consumo de medios de transmisión también experimentará cambios duraderos. Las personas han recurrido a servicios de contenido como Netflix, Disney+ y YouTube para llenar sus días. Aunque es probable que la cantidad de consumo disminuya, es probable que estos comportamientos continúen reemplazando otras opciones de medios. Sin embargo, este cambio puede desacelerarse si estos servicios no mantienen a los usuarios nuevos comprometidos con modelos de precios y contenido adecuados.
En resumen, aunque tendemos a volver a nuestros viejos comportamientos después de una crisis, algunos cambios emergentes tienen el potencial de perdurar. La interactividad en grupo a través de video, los modelos de entrega mixtos y el consumo de medios de transmisión son solo algunos ejemplos de comportamientos que podrían convertirse en la nueva normalidad. A medida que nos adaptamos a un mundo post-crisis, es importante estar abiertos a estos cambios y aprovechar las oportunidades que ofrecen.
Fuente del artículo: Forbes