En la actualidad, prácticamente todas las compañías automotrices están trabajando en tecnología de autos autónomos. Sin embargo, ninguna empresa está lista para eliminar por completo al conductor humano de la ecuación. En su lugar, los fabricantes de automóviles han optado por implementar características semiautónomas en etapas. Por ejemplo, Tesla recientemente lanzó su sistema Autopilot, que incluye funciones de seguridad como frenado automático y dirección automática. Pero Google ha decidido tomar un camino diferente con sus autos autónomos. El gigante tecnológico ha centrado sus esfuerzos en crear vehículos completamente autónomos, donde no se necesita la intervención humana en ningún momento durante un viaje de un punto A a un punto B. En la industria, esto se conoce como autonomía de “Etapa 4”. Otros fabricantes de automóviles y empresas tecnológicas también están trabajando en esta tecnología, pero a diferencia de Google, estas compañías apuestan a que los humanos gradualmente cederán las capacidades de conducción en lugar de confiar por completo en que su vehículo haga todo el trabajo.

Recientemente, Google admitió que también había considerado la idea de implementar características de seguridad semiautónomas en fases, pero luego hizo un descubrimiento sorprendente que los convenció de seguir adelante con vehículos completamente autónomos. En su informe mensual del Proyecto de Autos Autónomos, la compañía dijo que algunos de sus empleados probaron sus vehículos autónomos mientras conducían en la autopista. A estos empleados, que no formaban parte del equipo de autos autónomos, se les dieron instrucciones específicas de solo usar la tecnología en la autopista y prestar atención al 100% del tiempo, ya que la tecnología aún estaba en sus primeras etapas. Lo que encontraron fue algo preocupante. Si bien todos los voluntarios dijeron que el sistema ayudaba a que su viaje fuera menos agotador, algunos de ellos se volvieron tan dependientes de la tecnología que dejaron de prestar atención a su situación de conducción, lo que posiblemente los puso en una situación peligrosa. Incluso un voluntario se volteó completamente para buscar un cargador para su teléfono mientras viajaba a 65 millas por hora por la autopista. “Vimos la naturaleza humana en acción: las personas confían en la tecnología muy rápidamente una vez que ven que funciona. Como resultado, les resulta difícil alternar entre la tarea de conducir cuando se les anima a apagar y relajarse”, dijo la compañía en su informe.

Según un estudio del Instituto de Transporte de Virginia Tech, a los conductores les puede llevar entre cinco y ocho segundos recuperar el control de un sistema semiautónomo. Si bien eso puede no parecer mucho tiempo en la mayoría de las situaciones, esos segundos pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte al conducir. Por lo tanto, Google decidió enfocar sus esfuerzos en vehículos completamente autónomos en lugar de sistemas de asistencia a la conducción que solo están en control parte del tiempo. “Al final, nuestras pruebas nos llevaron a la decisión de desarrollar vehículos que pudieran conducirse solos de un punto A a un punto B, sin intervención humana. (También nos convenció la oportunidad de ayudar a todos a moverse, no solo a las personas que pueden conducir)”, afirmó la compañía en su informe. “Todos piensan que lograr que un auto se conduzca solo es difícil. Y lo es. Pero sospechamos que probablemente sea igual de difícil lograr que las personas presten atención cuando están aburridas o cansadas y la tecnología les dice ‘no te preocupes, yo me encargo… por ahora'”.

El futuro de los autos autónomos es emocionante y prometedor. A medida que la tecnología avanza, es probable que veamos más vehículos completamente autónomos en nuestras carreteras. Sin embargo, es importante recordar que, aunque estos autos pueden ofrecer comodidad y conveniencia, aún hay desafíos y riesgos asociados con su implementación. La seguridad vial debe ser siempre una prioridad, y tanto los fabricantes de automóviles como los conductores deben ser conscientes de los límites y las responsabilidades que conlleva la conducción autónoma.

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