El año 2019 fue sin duda el año de la adopción empresarial de la tecnología blockchain. El término “blockchain” y “criptomoneda” resonaban en el mundo de la tecnología, ya que gigantes como Microsoft, IBM, AWS, Oracle y muchos otros comenzaron a probar sus aguas. Incluso en el espacio de las criptomonedas, los gigantes bancarios y las compañías de pagos como JPMorgan, Wells Fargo, Square, Circle y Skrill vieron un crecimiento al decidir ofrecer servicios relacionados con las criptomonedas.
Sin embargo, a pesar de que la tecnología blockchain y las criptomonedas han logrado emerger en la corriente principal en los últimos tres años, aún no se ha encontrado una solución que sea completamente resuelta por esta tecnología emergente. Como dice el refrán: “La blockchain es una solución en busca de un problema”. El problema es que, a medida que esta búsqueda de ser operativa y utilizable entra en su cuarto año en serio, el brillo de la tecnología y su derivado financiero, las criptomonedas, comienza a desvanecerse.
Un artículo de Adrienne Jeffries en The Verge titulado “La blockchain no tiene sentido” explica: “La idea de una blockchain, el libro de contabilidad digital criptográficamente mejorado que respalda a Bitcoin y la mayoría de las criptomonedas, ahora se utiliza para describir desde un sistema para transacciones interbancarias hasta una nueva base de datos de cadena de suministro para Walmart. El término se ha vuelto tan común que está perdiendo rápidamente su significado”.
Parte del problema es que la tecnología blockchain aún es muy joven, a pesar de tener más de 10 años. Logró satisfacer las necesidades de una fracción de la población mundial antes de ser impulsada y exigida para resolver los problemas del mundo. Aún persisten problemas operativos con la blockchain, como la escalabilidad, la velocidad y el costo, la interoperabilidad y la batalla descentralizada/centralizada entre las cadenas privadas y públicas.
Es importante tener en cuenta que, a pesar de los desafíos actuales, la tecnología blockchain y las criptomonedas tienen un potencial enorme. A medida que la tecnología madure y se resuelvan los problemas operativos, es probable que veamos una adopción más amplia y una mayor integración en diversos sectores.
En resumen, aunque la tecnología blockchain y las criptomonedas aún enfrentan desafíos, su futuro es prometedor. A medida que se superen los obstáculos actuales, es probable que veamos un mayor desarrollo y adopción de esta tecnología revolucionaria.
Fuente del artículo: Forbes