En los últimos 15 años, la computación en la nube ha evolucionado de ser una novedad técnica a algo que sustenta muchos aspectos de la actividad empresarial diaria. Las organizaciones que desconfiaban de confiar sus aplicaciones y datos principales a un tercero ahora se sienten cómodas con el concepto y comprenden los beneficios significativos que puede brindar. Algunas han llegado al punto de ser 100% basadas en la nube. Esta evolución ha sido respaldada por el surgimiento de varios proveedores de servicios en la nube pública. Lideradas por empresas como Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google, estos proveedores ofrecen acceso a recursos de almacenamiento y computación virtualmente ilimitados. Sin embargo, si bien estos servicios brindan beneficios comerciales claros y significativos, también han creado algunos desafíos en cuanto a la gestión de datos. Muchas organizaciones han llegado, probablemente sin darse cuenta, al punto en el que han creado varios silos de datos con diferentes conjuntos almacenados en diferentes proveedores de la nube. Por ejemplo, el departamento de finanzas podría estar utilizando Azure mientras que el departamento de ventas mantiene sus datos dentro de salesforce.com. Al mismo tiempo, el marketing podría haberse vuelto dependiente de AWS mientras que el equipo de investigación y desarrollo hace un uso extensivo de la nube de Google. Esto puede dificultar el acceso y uso de los datos de manera integral. Acceder y combinar diferentes conjuntos de datos puede convertirse en un desafío técnico complejo y que consume mucho tiempo. Como resultado, muchas organizaciones pueden descubrir que están perdiendo oportunidades para extraer el máximo valor de los datos que tienen a su disposición.
El surgimiento de la nube de datos
Para superar este desafío, hay un nuevo desarrollo dentro del entorno de la nube pública. La nube de datos transforma la computación en la nube de ser una infraestructura a ser un servicio. En este nuevo entorno, las organizaciones pueden hacer uso de la nube sin tener que preocuparse por los detalles de la plataforma que la respalda. Al igual que puedes usar Netflix o Spotify sin necesidad de conocer los recursos en la nube que utilizan, una organización puede adoptar el mismo enfoque con sus datos. La nube pasa de ser un recurso a ser más como una aplicación que se puede utilizar dentro de una organización. Gracias a la nube de datos, una organización puede acceder y utilizar sus datos como si estuvieran almacenados en un solo lugar. Los equipos de TI ya no tienen que preocuparse por tener conexiones separadas a múltiples almacenes de datos. En cambio, el tiempo y el esfuerzo se pueden centrar en hacer un mejor uso de todos los datos disponibles. Se puede acceder, analizar e informar sobre ellos tan fácilmente como si estuvieran todos almacenados en una sola base de datos o almacén de datos.
Introducción de un intercambio de datos
Para las organizaciones con un gran número de conjuntos de datos, puede ser un desafío que todos conozcan todo lo que está disponible para su uso. En estas circunstancias, un intercambio de datos puede proporcionar una solución efectiva.
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