La idea de que la inteligencia artificial pueda componer música es aterradora para muchas personas, incluyéndome a mí. Pero el software de inteligencia artificial para hacer música ha avanzado tanto en los últimos años que ya no es una novedad espeluznante; es una herramienta viable que puede y está siendo utilizada por productores para ayudar en el proceso creativo. Esto plantea la pregunta: ¿podrá la inteligencia artificial reemplazar algún día a los músicos?
El uso de la inteligencia artificial como herramienta para hacer música o ayudar a los músicos se ha practicado durante bastante tiempo. En los años 90, David Bowie ayudó a desarrollar una aplicación llamada Verbasizer, que tomaba material de origen literario y reordenaba aleatoriamente las palabras para crear nuevas combinaciones que podían ser utilizadas como letras. En 2016, investigadores de Sony utilizaron un software llamado Flow Machines para crear una melodía al estilo de The Beatles. Este material fue luego entregado al compositor humano Benoît Carré y desarrollado en una canción pop completamente producida llamada “Daddy’s Car”. (Flow Machines también se utilizó para ayudar a crear un álbum completo de música bajo el nombre de SKYGGE, que significa “sombra” en danés).
A nivel de consumidor, la tecnología ya está integrada en programas populares de creación musical como Logic, un software utilizado por músicos de todo el mundo, y puede auto-popular patrones de batería únicos con la ayuda de la inteligencia artificial. Ahora, existe toda una industria construida alrededor de servicios de inteligencia artificial para crear música, incluyendo los mencionados Flow Machines, IBM Watson Beat, NSynth Super de Google Magenta, Jukedeck, Melodrive, el Laboratorio de Investigación de Tecnología del Creador de Spotify y Amper Music. La mayoría de estos sistemas funcionan utilizando redes de aprendizaje profundo, un tipo de inteligencia artificial que se basa en analizar grandes cantidades de datos. Básicamente, alimentas al software con toneladas de material de origen, desde éxitos de baile hasta clásicos de la música disco, que luego analiza para encontrar patrones. Aprende cosas como acordes, tempo, duración y cómo se relacionan las notas entre sí, aprendiendo de toda la información para poder escribir sus propias melodías. Hay diferencias entre las plataformas: algunas entregan MIDI mientras que otras entregan audio. Algunas aprenden simplemente examinando datos, mientras que otras se basan en reglas codificadas basadas en teoría musical para guiar su producción.
La inteligencia artificial ha demostrado ser una herramienta valiosa en la creación musical, pero ¿podrá reemplazar completamente a los músicos? Aunque la inteligencia artificial puede generar melodías y ritmos interesantes, todavía carece de la capacidad de expresión emocional y la creatividad humana. La música es un arte que se basa en la interpretación y la conexión emocional con el oyente, algo que la inteligencia artificial aún no puede replicar por completo.
En resumen, la inteligencia artificial ha revolucionado la forma en que se crea música, brindando nuevas herramientas y posibilidades a los músicos y productores. Sin embargo, es poco probable que reemplace por completo a los músicos, ya que la música sigue siendo una forma de expresión humana única que requiere de la creatividad y la emoción que solo los seres humanos pueden aportar.
Fuente del artículo: The Verge