El Futuro de la Internet de las Cosas y la Seguridad

El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está revolucionando la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Cada vez más dispositivos están conectados a internet, desde luces y cerraduras de puertas hasta sartenes. Sin embargo, esto es solo el comienzo. En un futuro no muy lejano, ciudades enteras estarán conectadas a internet, lo que permitirá una mayor eficiencia y comodidad en nuestra vida diaria.

Aunque la conveniencia que ofrecen estos dispositivos conectados es indiscutible, también surgen preocupaciones en cuanto a la seguridad. Un solo dispositivo mal asegurado podría tener consecuencias catastróficas. El ataque del botnet Mirai el año pasado, que dejó sin conexión a la mitad de la costa este de Estados Unidos, demostró de manera contundente que la seguridad de los dispositivos IoT es de vital importancia.

Actualmente, los fabricantes no prestan suficiente atención a la seguridad de los dispositivos IoT, ya que su principal objetivo es llevar sus productos al mercado lo más rápido posible. Sin embargo, las consecuencias graves que resultarán de futuros ataques obligarán a los fabricantes a priorizar la seguridad. Esto implicará la integración de autenticación y protección de datos en los dispositivos, manteniendo los costos y la complejidad lo más bajos posible.

La pregunta que surge es: ¿quién será responsable de la seguridad de los dispositivos IoT? Aunque se podría esperar que los fabricantes sean los únicos responsables, la realidad es que la seguridad de los dispositivos no puede recaer únicamente en ellos. Al igual que las computadoras y las laptops no vienen con software antivirus preinstalado ni contraseñas seguras, los usuarios finales también deben asumir la responsabilidad de proteger sus dispositivos IoT. Esto implica instalar suites de seguridad adecuadas, utilizar contraseñas fuertes y evitar sitios web sospechosos.

Afortunadamente, se observa una tendencia reciente en la que los desarrolladores están prestando más atención a la seguridad de los dispositivos IoT. En 2016, se enfatizó la seguridad en productos como sensores, cerraduras de puertas y otros dispositivos conectados a IoT. Los desarrolladores se dieron cuenta de que los productos que carecen de seguridad incorporada deben ser rediseñados y que las actualizaciones relacionadas con la seguridad deben enviarse a los dispositivos siempre que sea posible.

Según Andrew Newman, CEO de Reason Core Security, “A medida que la superficie de ataque digital continúa expandiéndose, gracias a la explosión de dispositivos conectados a internet, es más fácil perder de vista lo que se está ejecutando en nuestras redes. Lo preocupante es que estos dispositivos no se están desarrollando teniendo en cuenta la seguridad, lo que deja mucho espacio para vulnerabilidades. Los atacantes son plenamente conscientes de esta realidad y escanean las redes en busca de conexiones de dispositivos vulnerables”. Newman agregó: “En lo que respecta a IoT, es probable que la responsabilidad de la seguridad recaiga en el consumidor al menos en cierta medida, por lo que aumentar la conciencia y la visibilidad es clave para mantenernos seguros”.

En conclusión, el futuro de IoT es emocionante y prometedor, pero también plantea desafíos en cuanto a la seguridad. Tanto los fabricantes como los usuarios finales deben asumir la responsabilidad de proteger los dispositivos IoT. A medida que la tecnología avanza, es fundamental que se preste más atención a la seguridad de estos dispositivos para garantizar un mundo conectado más seguro.

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