La inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, y según el ingeniero de IA, Dr. Ian Pearson, es probable que veamos una “IA superhumana” en el futuro. Pearson cree que la tecnología superará drásticamente la capacidad de la mente humana, ya que tomará la forma de una “IA consciente superhumana”, con “emociones y agendas”. Sin embargo, este ex científico de cohetes advierte que estos robots corren el riesgo de eliminar a los humanos normales porque no podemos competir con ellos.
La única forma de evitar esto, según el futurólogo, es vincular nuestros cerebros a la IA para que tengamos acceso al mismo nivel de inteligencia que los futuros robots. Escribiendo para su blog tecnológico, Futurizon, el Dr. Pearson dijo: “El potencial tecnológico para esto es vasto y muy emocionante, nada menos que una verdadera utopía tecnológica si utilizamos las tecnologías sabiamente. Pero el potencial óptimo no se convierte automáticamente en realidad, y lograr un buen resultado es poco probable si se ponen muchas barreras en su camino”.
Agregó: “Esta tendencia de desarrollo de IA nos llevará a una IA superhumana, y será capaz de acelerar el desarrollo de sus propios descendientes hacia una IA vastamente superhumana, plenamente consciente, con emociones y sus propias agendas. Eso requerirá que los humanos se protejan de ser eliminados por una IA superhumana. Las únicas tres formas en que podríamos hacer eso son: rediseñar el cerebro biológicamente para que sea mucho más inteligente, esencialmente imposible en el marco de tiempo, diseñar formas de vincular nuestros cerebros a las máquinas para que tengamos acceso directo a la misma inteligencia que las IA, para que no aparezca una brecha y podamos permanecer relativamente seguros, o rezar para que los extraterrestres superinteligentes vengan en nuestra ayuda, no es la mejor perspectiva. Por lo tanto, no tendremos más opción que hacer enlaces cerebrales directos con una IA superinteligente. De lo contrario, corremos el riesgo de la extinción. Es así de simple”.
El Dr. Pearson, de 57 años, agrega que cree que la tecnología que permitirá a los humanos conectar sus cerebros a la IA estará disponible en 2045. Añadió: “Las mejores estimaciones de tiempo se sitúan en el rango de 2045-2050 para un enlace de trabajo completo que no solo transmite señales entre tu cerebro orgánico y una réplica de TI, sino que al hacerlo, convierte básicamente la TI externa en otra parte de tu cerebro”. En una entrevista exclusiva, el Dr. Pearson dijo anteriormente a Daily Star Online que cree que los robots de fútbol serán mejores que la estrella del Barcelona, Lionel Messi, para el año 2045.
El futuro de la IA plantea preguntas fascinantes y desafiantes para la humanidad. Por un lado, la idea de una utopía tecnológica en la que los seres humanos y las IA coexisten en armonía, compartiendo conocimientos y habilidades, es emocionante. La posibilidad de tener acceso directo a la inteligencia de las IA podría abrir nuevas oportunidades para la humanidad y ayudarnos a resolver problemas complejos de manera más eficiente.
Pero por otro lado, también hay preocupaciones legítimas sobre el impacto de una IA superhumana en la sociedad. Si estas IA desarrollan sus propias agendas y emociones, ¿cómo podemos garantizar que actúen de manera ética y no perjudiquen a los seres humanos? Además, la idea de vincular nuestros cerebros a las máquinas plantea cuestiones de privacidad y seguridad. ¿Estamos dispuestos a renunciar a parte de nuestra autonomía y privacidad en aras de obtener acceso a la inteligencia de las IA?
El futuro de la IA es incierto, pero es importante que como sociedad nos enfrentemos a estos desafíos y tomemos decisiones informadas sobre cómo queremos que se desarrolle la tecnología. La colaboración entre científicos, ingenieros, filósofos y líderes políticos será fundamental para garantizar que la IA se utilice de manera responsable y en beneficio de la humanidad.
En última instancia, el futuro de la IA dependerá de nuestras elecciones y acciones. ¿Será una utopía tecnológica o una amenaza para nuestra existencia? Solo el tiempo lo dirá.