En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, y Google ha estado a la vanguardia de esta revolución tecnológica. Recientemente, Google ha desarrollado una técnica llamada AutoML, que ha demostrado ser capaz de generar códigos de aprendizaje automático con mayor eficacia que los programadores humanos.
AutoML fue creado para resolver la falta de expertos en programación de IA de vanguardia. Debido a la creciente demanda de programadores especializados, el equipo de Google desarrolló un software de aprendizaje automático que puede generar código de autoaprendizaje. Este software opera a través de miles de simulaciones para identificar qué áreas del código se pueden mejorar, realiza los cambios necesarios y continúa el proceso hasta alcanzar su objetivo.
Lo más sorprendente es que AutoML es mejor en la programación de sistemas de aprendizaje automático que los propios investigadores que lo crearon. En un proyecto de reconocimiento de imágenes, AutoML logró una precisión del 82%, superando a los programas creados por humanos. Incluso en tareas de IA más complejas, el código generado por AutoML supera al creado por humanos, logrando una precisión del 42% en la identificación de múltiples elementos en una imagen, en comparación con el 39% de los programas humanos.
Aunque esto no significa que estemos al borde de la creación de una inteligencia artificial autónoma como Skynet, sí nos acerca un paso más a comprender el potencial de la IA para acelerar el desarrollo tecnológico. Google presentó AutoML hace solo cinco meses, y ya ha logrado crear una IA capaz de generar sistemas de aprendizaje automático mejores que los investigadores humanos. Imagina lo que podrán lograr en un año.
Es probable que el equipo de Google comparta sus investigaciones con otros dentro y fuera de la compañía, como suelen hacer los investigadores de IA de Google. Esto nos lleva a preguntarnos qué podría lograr DeepMind, la IA de Google, si tuviera la capacidad de crear una versión mejorada de sí misma. El futuro de la IA es más prometedor que nunca.
AutoML es solo el comienzo de una nueva generación de aprendizaje automático. Las máquinas no solo aprenderán, sino que también se actualizarán por sí mismas y podrán crear aplicaciones personalizadas para resolver problemas inesperados. Esperamos un futuro en el que la IA se encargue de tareas tediosas como la programación, liberando a los humanos para hacer lo que las máquinas no pueden: disfrutar de tacos y cerveza.
En conclusión, la IA de Google está demostrando su capacidad para superar a los humanos en la creación de sistemas de aprendizaje automático. Aunque todavía estamos lejos de una IA autónoma, los avances en este campo nos muestran un futuro prometedor en el que las máquinas serán capaces de aprender y mejorar por sí mismas. Estamos presenciando el comienzo de una revolución en la inteligencia artificial, y el potencial es infinito.