En los últimos años, Google ha estado a la vanguardia de la investigación y desarrollo de la inteligencia artificial (IA). La compañía ha creado un nuevo tipo de chip de computadora para alimentar sus gigantescos sistemas de IA, conocidos como Tensor Processing Units (TPUs). Estos chips están diseñados para manejar los complejos procesos que se consideran clave para el futuro de la industria informática.
Recientemente, Google anunció que permitirá a otras empresas acceder a estos chips a través de su servicio de computación en la nube. Con esta iniciativa, Google busca construir un nuevo negocio en torno a los TPUs y llegar a la mayor cantidad de personas posible en el menor tiempo posible.
La decisión de Google refleja los cambios profundos que se están produciendo en la forma en que se construye y opera la tecnología moderna. La compañía se encuentra en la vanguardia de un movimiento para diseñar chips específicamente para la IA, un esfuerzo global que incluye a decenas de startups, así como a nombres conocidos como Intel, Qualcomm y Nvidia. Además, empresas como Google, Amazon y Microsoft no solo son grandes compañías de internet, sino también grandes fabricantes de hardware.
Con el objetivo de reducir costos y mejorar la eficiencia de los centros de datos multimillonarios que sustentan su imperio en línea, Google diseña gran parte del hardware dentro de estas enormes instalaciones, desde los servidores de computadoras hasta el equipo de redes que conecta estas máquinas. Otros gigantes de internet hacen lo mismo. Además de los chips TPU, que se encuentran dentro de sus centros de datos, Google ha diseñado un chip de IA para sus teléfonos inteligentes.
Por el momento, el nuevo servicio de Google se centra en enseñar a las computadoras a reconocer objetos, utilizando la tecnología de visión por computadora. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, los nuevos chips también ayudarán a las empresas a desarrollar una amplia gama de servicios, según Zak Stone, el ingeniero de Google a cargo del equipo que diseña estos chips.
El potencial de estos chips es enorme. Por ejemplo, Lyft, la empresa de transporte, ha comenzado a probar los chips de Google para acelerar el desarrollo de sistemas que permitan a los autos sin conductor identificar señales de tráfico o peatones. El entrenamiento de estos sistemas puede llevar días, pero con los nuevos chips, se espera que se reduzca a horas, según Anantha Kancherla, responsable del software del proyecto de autos sin conductor de Lyft.
En resumen, Google está liderando el camino en el desarrollo de chips especializados para la IA. Su decisión de permitir que otras empresas accedan a estos chips a través de su servicio en la nube es un paso importante hacia el futuro de la tecnología. Estamos presenciando una revolución en la forma en que se construyen y operan los sistemas informáticos, y Google está en el centro de esta transformación.
Fuente del artículo: The New York Times