En un mundo cada vez más digitalizado, las grandes empresas están buscando constantemente nuevas formas de innovar y generar ingresos adicionales. Google X, la división de proyectos especiales de Alphabet, ha sido conocida por sus innovaciones revolucionarias, como los autos voladores y las gafas de realidad aumentada. Sin embargo, Google no es la única empresa que trabaja en proyectos ambiciosos.
Hace tres años, la gigante empresa de telecomunicaciones española Telefónica estableció Alpha, un laboratorio en Barcelona compuesto por alrededor de 100 personas, que trabajan en secreto en tecnologías innovadoras que prometen nuevas fuentes de ingresos. El encargado de todo lo relacionado con la inteligencia artificial en el laboratorio es Pascal Weinberger, un joven de 21 años de origen alemán.
Weinberger, al igual que muchos otros programadores, es autodidacta. Abandonó sus estudios universitarios a los 15 años, habiendo “ingresado para complacer a sus padres”, pero a esa edad ya había tomado varios cursos de programación en línea en el MIT. Posteriormente, trabajó en el equipo de Google Brain en la traducción de imágenes y se aventuró en la inversión tecnológica.
Hoy en día, Weinberger está explorando nuevas formas de aprendizaje automático con la esperanza de construir software “empático” y ético que también pueda convertirse en una nueva fuente de ingresos para Telefónica y llegar potencialmente a millones de sus clientes. Actualmente, la empresa se dedica a proporcionar servicios de conexión de red a 372 millones de clientes móviles en todo el mundo, pero sus ingresos netos han fluctuado en los últimos cinco años debido a la competencia en el mercado de las telecomunicaciones móviles.
Los consumidores demandan más datos y velocidades de conexión más rápidas, pero la infraestructura necesaria para satisfacer estas demandas implica altos costos. Existe un límite en cuanto a cuánto pueden invertir las empresas de telecomunicaciones en mejoras incrementales como protocolos más rápidos y económicos. Es por eso que el equipo de inteligencia artificial y aprendizaje automático de Alpha, liderado por Weinberger, está construyendo algo completamente diferente: un software que algún día podrá rastrear tus decisiones diarias y animarte a tomar decisiones más saludables.
Weinberger se refiere a este servicio como “Alpha Health Moonshot”, un “servicio digital” que utilizará técnicas de aprendizaje automático para monitorear la actividad diaria de los usuarios y hacer sugerencias. “Será un servicio que monitoreará tus decisiones y tu vida cotidiana, y a partir de eso te ayudará a tomar mejores decisiones y llevar una vida más saludable”, explica Weinberger. “Entenderá que estás comiendo chocolate porque estás frustrado y tratará de ofrecerte una alternativa”.
Telefónica está otorgando a sus proyectos ambiciosos un plazo de aproximadamente cinco años antes de que tengan que convertirse en productos comerciales. Esto demuestra el compromiso de la empresa con la innovación y su visión a largo plazo.
En un mundo donde la tecnología a menudo nos incita a consumir más y más, es refrescante ver a una empresa como Telefónica enfocarse en desarrollar un “buen consejero” digital. Este enfoque ético y empático hacia la tecnología demuestra cómo la inteligencia artificial puede ser utilizada para mejorar nuestras vidas y promover hábitos más saludables.
El futuro de la inteligencia artificial en Telefónica se ve prometedor. Con el liderazgo de Pascal Weinberger y su equipo, es posible que veamos un cambio significativo en la forma en que interactuamos con la tecnología y cómo esta puede ayudarnos a vivir mejor.


