El futuro de la inteligencia artificial: ¿en la nube o en el borde?

En un fascinante artículo en MIT Technology Review, Peter Burrows argumenta que la próxima ola de inteligencia artificial (IA) será una carrera por el dominio. La empresa que logre crear lo que él llama el sistema operativo de IA en la nube obtendrá un gran premio, dejando atrás al resto de los competidores. Burrows presenta un argumento claro respaldado por citas de expertos, aunque hay mucho en lo que se puede estar en desacuerdo, como la idea de que un solo jugador creará primero una nube de IA y dominará el mercado. Sin embargo, en este artículo refutaré su afirmación fundamental de que la IA en la nube es el evento principal.

La cita clave es: “En última instancia, la nube es la forma en que la mayoría de las empresas van a utilizar la IA, y cómo los proveedores de tecnología van a ganar dinero con ella”, dijo Nick McQuire, analista de CCS Insight citado en el artículo de Burrows. En cierto sentido, Burrows mismo contradice este punto. El primer ejemplo en el artículo de Burrows se basa en un modelo de aprendizaje automático (ML) que se implementa en un dispositivo de Internet de las cosas (IoT). He estado trabajando en comprender el IoT industrial, la analítica de big data y temas relacionados con la IA durante varios años, y creo que es igual de probable que se gane más dinero al colocar la IA en el borde en lugar de en la nube. Aquí está mi argumento.

En primer lugar, existen argumentos sólidos de que el procesamiento en el borde representará un gasto de infraestructura igual o mayor que el de la nube, como señala el analista de Gartner, Thomas Bittman, en su blog “El borde se comerá la nube”: “La agilidad de la computación en la nube es excelente, pero simplemente no es suficiente. La centralización masiva, las economías de escala, el autoservicio y la automatización completa nos llevan en gran medida a donde queremos llegar, pero no superan la física: el peso de los datos, la velocidad de la luz”, escribe Bittman. “La latencia importa. Estoy aquí, en este momento, y me voy en segundos. Mostrarme publicidad atractiva antes de que aparte la mirada, señalarme la tienda que he estado buscando mientras conduzco, avisarme de que un colega se dirige hacia mí, ayudar a mi coche autónomo a evitar otros coches en una intersección concurrida. Y hazlo ahora”.

La idea de que la IA en la nube será la principal fuente de ingresos puede ser cuestionada. La implementación de la IA en el borde, es decir, en dispositivos IoT y otros dispositivos cercanos al usuario, ofrece ventajas significativas en términos de latencia y capacidad de respuesta en tiempo real. Esto es especialmente relevante en aplicaciones como publicidad, navegación, seguridad y conducción autónoma.

Si bien la nube seguirá siendo importante para el procesamiento y almacenamiento de grandes volúmenes de datos, la IA en el borde permitirá una interacción más rápida y personalizada con los usuarios. Además, la descentralización de la IA puede ofrecer una mayor privacidad y seguridad, ya que los datos no tienen que ser transferidos a través de redes externas.

En conclusión, si bien la IA en la nube puede tener su lugar, no se puede descartar el potencial de la IA en el borde. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y es probable que veamos un equilibrio entre ambas en el futuro. La clave estará en encontrar el enfoque adecuado para cada caso de uso y aprovechar al máximo las capacidades de la IA tanto en la nube como en el borde.

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