En la era de la tecnología y la conectividad, los productos están evolucionando rápidamente para convertirse en inteligentes y conectados. Esto plantea nuevos desafíos para el software de gestión del ciclo de vida del producto (PLM, por sus siglas en inglés), que debe adaptarse a estos cambios para brindar un mejor soporte. Según Jim Heppelmann, presidente y CEO de PTC, el Internet de las cosas (IoT) está llevando la gestión del ciclo de vida del producto a un nivel completamente nuevo.
Tradicionalmente, los modelos digitales en 3D se han transformado en productos físicos, pero no ha habido un ciclo de retroalimentación. No se sabe mucho sobre la experiencia del cliente, cómo funciona un diseño, qué partes se utilizan o no se utilizan. En la mayoría de los casos, no se sabe nada sobre cómo se utiliza o cómo funciona un producto, a menos que un cliente llame cuando ya hay un problema y esté enojado, lo cual es una situación desfavorable.
Sin embargo, la industria está experimentando una gran transformación, con productos que cambian rápidamente para volverse inteligentes y conectados. Por ejemplo, al incorporar software en el diseño de equipos agrícolas, se puede realizar un seguimiento de los rendimientos de la cosecha. Estos datos se pueden almacenar en una base de datos y enviar a los equipos de labranza en primavera. De esta manera, los agricultores pueden ajustar la fertilización según los rendimientos de la temporada anterior y asegurarse de que las semillas se planten solo donde se haya aplicado fertilizante. Esto permite que diferentes productos trabajen juntos en un sistema de productos para producir más con menos recursos, lo cual es una idea innovadora y prometedora.
Además, este sistema podría estar vinculado al sistema de riego y conectado a datos externos de sistemas de pronóstico del clima, lo que permitiría una producción de cultivos más efectiva. Como resultado de este tipo de pensamiento, los productos se están volviendo cada vez más sofisticados, digitales y capaces de compartir datos para brindar más valor. Esto significa que la noción de un producto ha cambiado. Ya no es solo un producto físico, sino una pila de tecnología bastante compleja.
En este nuevo mundo, el producto físico es como un cliente conectado a un servidor en la nube, donde hay bases de datos asociadas y herramientas para construir aplicaciones. Es probable que se agreguen análisis para ayudar a comprender los datos y construir nuevas aplicaciones que se ejecuten en una variedad de dispositivos y utilicen la realidad aumentada. Esto requerirá aprovechar los sistemas de información internos, como los sistemas de gestión de relaciones con los clientes (CRM) y los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP), así como fuentes de datos externas, como los sistemas de pronóstico del clima.
Sin embargo, a medida que construimos productos de este tipo, debemos tener cuidado porque la identidad y la privacidad son fundamentales. No solo estamos hablando de la posible violación de datos, sino también de la posible violación de control, lo cual es un problema aún mayor al que debemos enfrentarnos.
A pesar de los desafíos, la mayoría de las empresas comprenden que este cambio es “probablemente imparable” y desean formar parte de él. Debido a que los productos están cambiando fundamentalmente, empresas como PTC, que suministran tecnologías para crear y dar servicio a productos, deben cambiar sus tecnologías en consecuencia.
Por esta razón, PTC ha invertido $600 millones en adquisiciones e investigación y desarrollo en los últimos 24 meses para ayudar a otras empresas a realizar sus visiones para este tipo de producto. Las adquisiciones de PTC incluyen empresas de conectividad en la nube como Axeda, plataforma de desarrollo de aplicaciones como ThingWorx, aprendizaje automático y análisis predictivo como Coldlight, y realidad aumentada como Vuforia.
Al combinar la realidad aumentada con el Internet de las cosas y el análisis de datos masivos predictivos, se abren posibilidades increíbles. PTC ha amalgamado e integrado todas estas tecnologías bajo la marca ThingWorx, aunque Vuforia continuará existiendo como una marca independiente.
Para ilustrar las capacidades de ThingWorx, Heppelmann mostró una bicicleta de montaña de carreras equipada con siete sensores y conectividad a Internet a la nube. Un panel de control de ThingWorx reúne todos los datos para mostrar lo que está sucediendo con la bicicleta durante una carrera, lo que permite la creación de un “gemelo digital” que se puede utilizar para optimizar el diseño.
En resumen, PTC se da cuenta de que las cosas están cambiando, sus clientes están cambiando, están cambiando la organización y el tipo de trabajo que realizan, y necesitan cambiar su tecnología para apoyarlos. Como ejemplo de cómo PTC está haciendo esto, Heppelmann anunció PTC Windchill 11, un software de gestión del ciclo de vida del producto que tiene como objetivo lograr la conectividad y la mejora de procesos en todo el ciclo de vida del producto.
Este es el primer sistema de PLM inteligente y conectado del mundo, que ha sido reconsiderado fundamentalmente en torno a la noción del Internet de las cosas. Es el primer producto que realiza un PLM de ciclo cerrado.