En la era de las redes sociales, compartimos cada vez más información personal en plataformas como Twitter, Instagram y Facebook. Sin embargo, el escándalo de Cambridge Analytica ha generado dudas sobre cómo se obtiene, almacena y utiliza nuestra información. Esto ha llevado a muchas personas a replantearse cómo y dónde compartimos nuestros datos, así como quién puede acceder a ellos.
Algunas celebridades, como Will Ferrell y Jim Carrey, han eliminado públicamente sus cuentas de Facebook e incluso han vendido sus acciones de la compañía, sugiriendo que se han beneficiado de la interferencia rusa en las elecciones de Estados Unidos. A pesar de esto, las tendencias en el uso de las redes sociales indican que su popularidad no se ha visto afectada significativamente.
Sin embargo, el impacto se ha sentido más fuertemente en la forma en que las personas y las empresas protegen su información personal. Empresas han sufrido daños irreparables en su reputación debido al mal uso de datos. Incluso el gobierno del Reino Unido experimentó una vergonzosa violación de datos cuando la seguridad de su aplicación para conferencias fue comprometida.
Ante este panorama, muchas empresas están considerando estrategias basadas en blockchain para proteger y gestionar sus datos. La tecnología blockchain ofrece una forma descentralizada de almacenar datos sin necesidad de costosos centros de datos ni de terceros proveedores. Además, permite a los usuarios tener el control total sobre sus datos personales.
La adopción de soluciones basadas en blockchain está en aumento en diversos sectores. Según el Informe Global de Fintech 2017, el 77% de las instituciones financieras esperan adoptar una solución basada en blockchain para el año 2020. Esta tecnología está revolucionando múltiples industrias al mismo tiempo.
Con el avance de la tecnología blockchain, podemos ser dueños de nuestros propios datos y beneficiarnos de ello. Por ejemplo, nuestros dispositivos móviles pueden almacenar toda nuestra información personal, que solo puede ser accedida mediante nuestra biometría para demostrar nuestra identidad a las empresas que lo soliciten, sin revelar información personal identificable.
Además, la tecnología blockchain resuelve uno de los mayores desafíos en cuanto a políticas de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y el derecho al olvido. Los datos siempre estarán en posesión del propietario, lo que le brinda un control total y seguridad en la gestión de su información.
En resumen, la combinación de blockchain y big data está cambiando la forma en que gestionamos y protegemos nuestros datos. Esta tecnología nos permite ser dueños de nuestra información personal y beneficiarnos de la descentralización y verificación que ofrece blockchain. A medida que más empresas adopten soluciones basadas en blockchain, veremos un cambio significativo en la forma en que se manejan los datos en el futuro.