La tecnología financiera, conocida como Fintech, solía ser una función de soporte en la parte trasera de las oficinas de los banqueros y traders. Los inversionistas de capital de riesgo apenas invertían en el sector y las empresas públicas de la industria rara vez eran comparadas con las queridas de alto crecimiento del Silicon Valley. Pero todo esto ha cambiado.
En la última década, el capital de riesgo privado ha aumentado considerablemente y la proporción de dólares de inversión destinados a la Fintech ha aumentado del 5% al casi 20%, un nivel equivalente a la parte justa del Producto Interno Bruto atribuido a la industria financiera. La Fintech ha encontrado su lugar en la economía de la innovación.
A medida que la Fintech creció, se volvió cada vez más difícil distinguir entre la exageración y la realidad. En los últimos años, los chatbots y la inteligencia artificial, el blockchain y los activos criptográficos, los roboadvisors y los neobancos, y una miríada de otros síntomas de digitalización se han convertido en palabras de moda en los medios comerciales. Los grandes bancos globales han creado brazos de capital de riesgo corporativo e incubadoras digitales, invirtiendo, adquiriendo o copiando soluciones de empresas emergentes. A nivel mundial, las empresas tecnológicas del este lanzaron superaplicaciones de mensajería con cientos de millones de usuarios y servicios financieros integrados, superando el potencial de las jurisdicciones reguladas del oeste. Las empresas tecnológicas estadounidenses también se han adentrado en este campo, encontrando formas de ofrecer productos financieros sin tocar el tercer riel de la regulación.
Aquí estamos en 2019, tratando de encontrar señales entre todo este ruido. Pero, ¿qué es realmente la Fintech y cómo está transformando la industria financiera?
De Producto a Cliente
Primero, es importante entender que las finanzas son mucho más simples de lo que la mayoría de las personas creen. Hay fábricas que fabrican productos, como bancos que ofrecen depósitos con tasas de interés, o gestores de inversiones que crean fondos de inversión, o prestamistas y aseguradoras que asumen ciertos riesgos de los clientes con capital. Luego, hay tiendas que venden estos productos, como sucursales bancarias, asesores financieros, vendedores de seguros o oficiales de préstamos. Entre estos dos extremos, existen cadenas de valor complejas de seres humanos, balances y software, entrelazados por regulaciones y hábitos de la industria. Pero al final del día, los clientes visitan una tienda y compran algún producto financiero.
La digitalización está ocurriendo en toda la cadena de valor. En la oficina frontal, las relaciones con los consumidores están pasando de las conversaciones físicas a los teléfonos celulares. Esto se evidencia en los neobancos europeos como Revolut, los roboadvisors estadounidenses como Betterment o las insurtechs asiáticas como Ping An. La automatización pura se está aplicando al proceso de evaluación, incorporación y atención al cliente. Interfaces más especulativas utilizan el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural para generar chat y voz, en lugar de permitir que las personas interactúen con un agente en vivo.
La Fintech está revolucionando la forma en que los servicios financieros se ofrecen y consumen. La tecnología está permitiendo una mayor accesibilidad, eficiencia y personalización en el sector financiero. Los clientes ahora pueden realizar transacciones y administrar sus finanzas desde la comodidad de sus teléfonos móviles, sin tener que visitar una sucursal bancaria. Además, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático están mejorando la toma de decisiones financieras y la gestión de riesgos.
En resumen, la Fintech ha pasado de ser una función de soporte en la industria financiera a ser una fuerza impulsora de la innovación. La digitalización está transformando la forma en que interactuamos con los servicios financieros y está abriendo nuevas oportunidades para la inclusión financiera y el crecimiento económico. El futuro de la Fintech es emocionante y prometedor, y estamos presenciando el comienzo de una nueva era en la industria financiera.
¡Manténgase atento a las últimas tendencias y desarrollos en la Fintech!