La industria de servicios públicos en Europa se enfrenta a desafíos significativos debido a la creciente adopción de fuentes de energía renovable y la caída de los precios mayoristas de la electricidad. Sin embargo, según la consultora Roland Berger, existe una solución prometedora para mejorar la eficiencia y adaptarse a estos cambios: la inteligencia artificial (IA).
Según Roland Berger, las empresas de servicios públicos podrían lograr ganancias de eficiencia de hasta un quinto en los próximos cinco años utilizando tecnología de IA. Esto incluye el uso de software para predecir fluctuaciones en la demanda en la red eléctrica o controlar electrodomésticos en el hogar. Sin embargo, menos de una cuarta parte de las empresas tienen una estrategia para implementar esta tecnología.
La creciente adopción de fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, ha aumentado la necesidad de sistemas informáticos inteligentes para equilibrar la oferta y la demanda de energía. Las empresas de servicios públicos están invirtiendo miles de millones de euros en sus redes para adaptarse a estos cambios, lo que ha llevado a una ola de fusiones y adquisiciones en el sector energético, con la tecnología de IA como uno de los principales focos de atención.
La IA también puede desempeñar un papel importante en el hogar, ayudando a los consumidores a utilizar la energía de manera más eficiente. Según Roland Berger, la IA podría utilizarse en sistemas de calefacción, iluminación y otros electrodomésticos para adaptarse a los hábitos diarios de los consumidores.
La consultora destaca que las empresas de servicios públicos deben adaptarse a estos cambios y desarrollar nuevos modelos de negocio. Para lograrlo, necesitan adoptar nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial.
Un ejemplo de esta tendencia es la empresa alemana E.ON, que recientemente firmó un acuerdo con la startup con sede en San Francisco, Sight Machine, para ofrecer software que utiliza el aprendizaje automático para mejorar los procesos de fabricación y reducir los costos energéticos.
En resumen, la inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar la industria de servicios públicos en Europa, permitiendo a las empresas mejorar su eficiencia y adaptarse a los cambios en el mercado energético. Aquellas empresas que adopten esta tecnología estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos futuros y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición hacia una energía más sostenible.