El Futuro de la Computación en la Nube: Edge Computing

En la última década, el principal impulsor del cambio en la industria de la información y comunicación, así como en el ámbito tecnológico en general, ha sido la adopción de la nube. La nube nos ha permitido introducir elasticidad en nuestros entornos, reducir el tiempo de implementación de un nuevo servicio y aumentar la resiliencia de nuestra infraestructura. Al mismo tiempo, ha optimizado nuestras estructuras de costos al convertir una gran cantidad de gastos en gastos operativos.

Un número de líderes ha surgido (como Amazon, Microsoft, Google, IBM y algunos más) que claramente han dominado el mercado al convertirse en proveedores hiper-nube con centros de datos mega distribuidos a nivel mundial. Sin embargo, la creciente adopción de IoT, la necesidad de tomar decisiones más rápidas y algunas interrupciones en los principales proveedores de nube han comenzado a cambiar el mercado nuevamente. Esta tendencia a transformar el paradigma de la nube fue impulsada aún más por el riesgo inherente que esta dependencia de tan pocos jugadores crea para las empresas que tienen el 100% de su infraestructura vinculada a estas plataformas, como Snap, Netflix, etc.

Mientras tanto, el entorno disponible para que los adversarios penetren está cada vez más definido. Esto aumenta la importancia de los equipos de seguridad de estos propietarios de la nube, ya que saben que son el objetivo número uno para cualquiera que quiera hackear su sitio. Parece que todos estos aspectos se están convirtiendo en un problema cada vez mayor tanto para las empresas como para los consumidores individuales. Es por eso que estamos viendo cómo el cómputo en el borde, también conocido como cómputo en la niebla, está ganando impulso. Las personas están tratando de crear un entorno más diversificado y resiliente.

El cómputo en el borde se refiere a la idea de llevar el procesamiento y almacenamiento de datos más cerca de la fuente de generación, en lugar de depender de centros de datos remotos en la nube. Esto permite una mayor velocidad de procesamiento y una menor latencia, lo que es especialmente importante para aplicaciones en tiempo real y dispositivos IoT. Además, al descentralizar el procesamiento, se reduce la dependencia de los proveedores de nube y se mejora la seguridad al evitar que un solo punto de falla afecte a todo el sistema.

En resumen, el cómputo en el borde está emergiendo como una alternativa a la computación en la nube tradicional. Ofrece beneficios como mayor velocidad, menor latencia y mayor seguridad. A medida que las empresas y los consumidores individuales buscan entornos más resilientes y diversificados, es probable que veamos un aumento en la adopción de esta tecnología en los próximos años.

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