El Futuro de la Computación en la Nube: Contenedores y la Nube 2.0

La computación en la nube ha revolucionado la forma en que las organizaciones gestionan sus recursos de TI. Sin embargo, una de las promesas no cumplidas de la nube ha sido la facilidad para mover cargas de trabajo entre múltiples nubes. Cada entorno de computación en la nube se basa en una implementación única de un hipervisor, lo que dificulta la migración de aplicaciones entre diferentes nubes. Pero, ¿qué pasaría si existiera una solución que permitiera la portabilidad de aplicaciones sin importar el hipervisor o el sistema operativo subyacente?

Los contenedores Docker están proporcionando la respuesta a este desafío. Los contenedores Docker permiten encapsular todas las bibliotecas, archivos de configuración y binarios de una aplicación en una imagen que puede ejecutarse en cualquier lugar. Esto significa que una imagen Docker puede ejecutarse en múltiples hipervisores, en un entorno de plataforma como servicio (PaaS) o incluso en servidores bare-metal utilizando software de orquestación de contenedores como Kubernetes.

Pero los contenedores son solo el comienzo de una nueva era en la computación en la nube. Los contenedores Docker están sentando las bases para la Nube 2.0, una plataforma emergente que permite a las organizaciones de TI combinar recursos de computación en la nube pública y privada en un entorno híbrido altamente distribuido.

El objetivo real de la computación en la nube nunca ha sido simplemente reemplazar la infraestructura de TI local con un proveedor de servicios externo. Según el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), la computación en la nube es un modelo para entregar recursos de TI de manera ubicua, conveniente y bajo demanda. Este modelo se compone de cinco características esenciales: autoservicio bajo demanda, acceso a través de una amplia red, agrupación de recursos, elasticidad rápida y servicio medido. Además, existen tres modelos de servicio (software, plataforma e infraestructura) y cuatro modelos de implementación (privada, comunitaria, pública e híbrida).

Gracias al surgimiento de la computación en el borde (edge computing), estamos presenciando cómo una nueva generación de aplicaciones distribuidas en la era de la Nube 2.0 está difuminando las líneas entre los modelos de implementación. Las aplicaciones de Internet de las cosas (IoT), por ejemplo, requieren que los datos se procesen en tiempo real en una puerta de enlace local, cerca de donde se generan los datos.

En resumen, los contenedores Docker están permitiendo la portabilidad de aplicaciones en la nube, superando las limitaciones de los hipervisores y los sistemas operativos subyacentes. Además, están sentando las bases para la Nube 2.0, una plataforma que permite combinar recursos de computación en la nube pública y privada en un entorno híbrido altamente distribuido. La computación en la nube está evolucionando y los contenedores son la clave para aprovechar al máximo sus beneficios.

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