IBM ha presentado un nuevo servicio llamado IBM Q, que se promociona como el primer servicio de computación cuántica en la nube del mundo, ofrecido bajo un modelo de pago por uso. Sin embargo, no superará a una computadora convencional. En cambio, está destinado a ser un catalizador para el desarrollo futuro en el sector.

La versión de pago es una versión mejorada de IBM Quantum Experience, que ha sido renovada y está abierta a todos como una “curiosidad”. Según informa Nature, IBM QE ha sido utilizado para ayudar a aquellos que no tienen acceso directo a máquinas cuánticas (lo cual, seamos sinceros, es casi todo el mundo) a familiarizarse con el diseño de algoritmos cuánticos y así construir lo que IBM llama una “comunidad y ecosistema”.

Por el momento, los detalles son escasos. No tenemos una fecha de lanzamiento (aparte de 2017) y no conocemos los detalles de precios. Tampoco sabemos quiénes son los primeros clientes preseleccionados que ya han sido elegidos.

Es fácil distraerse de cuál es el punto de todo esto. A primera vista, porque IBM Q no será más rápido que un conjunto de nubes convencional, todo parece un poco absurdo. Pero, con cada vez más importancia puesta en la idea de la computación cuántica como el futuro de la supercomputación, y con nuevos avances anunciados casi semanalmente, este es el momento para que las empresas se suban al tren desde el principio y crezcan con la nueva tecnología.

Con una gran escasez de habilidades en el sector de la tecnología de la información, prepararse para la próxima gran cosa en la computación significará que las empresas no serán mordidas por segunda vez. Pero no es solo como cambiar a otro dialecto o lenguaje. Los programadores deberán entender las limitaciones de los qubits.

En resumen, IBM Q es un paso adelante en el campo de la computación cuántica. Aunque no supere a las computadoras convencionales en velocidad, su objetivo es impulsar el desarrollo futuro en este sector. Es importante que las empresas se preparen para esta nueva tecnología y comprendan las limitaciones y oportunidades que ofrece la computación cuántica.