El Futuro de la Automatización en la Industria Manufacturera

La automatización es una parte fundamental de los esfuerzos de transformación digital en la industria manufacturera moderna, con el objetivo de mejorar la eficiencia, garantizar la calidad y reducir los costos en las fábricas. La meta es lograr una fábrica completamente autónoma que funcione prácticamente por sí sola, con poca o ninguna intervención humana y sin desperdicio, reparaciones o pérdida de energía. Esta visión de futuro es compartida por la mayoría de las organizaciones manufactureras.

Hoy en día, sin embargo, la industria se encuentra en las primeras etapas de la automatización de fábricas y los fabricantes deben tener cuidado de no aplicar la tecnología por el simple hecho de hacerlo, sino de implementarla donde tenga más sentido comercial y técnico, basándose en un análisis exhaustivo.

Para productos como controladores automotrices y productos médicos de consumo como monitores cardíacos, que requieren un ensamblaje rutinario, impecable y sin errores, la automatización se ha convertido en el estándar de facto y en un requisito clave de los fabricantes de equipos originales.

Por otro lado, para ensamblajes de telecomunicaciones de gran tamaño que se crean para operar dentro de infraestructuras de red, la automatización no es la solución óptima. Estos productos de bajo volumen contienen múltiples piezas pesadas que requieren una inversión considerable para automatizar la producción, lo que hace que el retorno sea poco atractivo.

Además, los sistemas médicos complejos y de gran escala, como las máquinas de resonancia magnética, son productos altamente sofisticados que requieren un ensamblaje preciso con tolerancias estrictas. Los intentos de automatizar este tipo de ensamblajes demandan una automatización costosa y personalizada, con una escalabilidad limitada.

Entre los extremos de la automatización total y la ausencia de automatización en las operaciones de fabricación, existen diferentes grados de automatización que se pueden aplicar para proporcionar el mejor valor en la etapa adecuada de un proceso de producción. Por ejemplo, se puede utilizar un solo robot para soldar a mano un producto, ya que es un paso redundante y sencillo que ofrece un buen retorno de la inversión para automatizarlo. Otros ejemplos incluyen el uso de robots para levantar materiales grandes y pesados en productos que se producen en volúmenes muy altos, o vehículos de fábrica autónomos que pueden ser convocados para entregar materiales al piso de la fábrica en la etapa adecuada de un proceso de producción.

En conclusión, la automatización es una tendencia clave en la industria manufacturera, pero su implementación debe ser cuidadosamente evaluada para garantizar que se aplique de manera efectiva y rentable. Cada empresa debe analizar sus necesidades específicas y determinar qué grado de automatización es el más adecuado para su proceso de producción. El futuro de la automatización en la industria manufacturera es prometedor, y aquellos que logren encontrar el equilibrio adecuado entre la tecnología y la eficiencia serán los líderes en esta nueva era de la fabricación.

Fuente del artículo: ee News

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