En el año 2025, se espera que el número de dispositivos de IoT aumente a 75 mil millones de dispositivos. Según los expertos de la industria, IoT será la frontera de la Revolución Industrial 4.0. Ya estamos viviendo en un mundo conectado por cosas y impulsado por la tecnología. A medida que el Internet de las Cosas (IoT) se aventura a transformar el mundo tecnológico, su definición no se limita a la creación de dispositivos inteligentes. Es una amalgama de hardware, software e internet que traza la transformación desde un mundo físico de tecnología hasta su contraparte digital.
Cada dispositivo que utilizamos genera datos. De hecho, la cantidad de datos que se generan a diario se vuelve abrumadora para algunas organizaciones. Con IoT, la generación de datos se vuelve aún más amplia. Si observamos el impacto de IoT en el escenario actual de la pandemia, nos sorprenderemos de cómo IoT ha tocado casi todos los aspectos del sector de la salud. Desde la desinfección de edificios hasta la minimización del riesgo de transmisión de COVID mediante la integración de sensores de IoT en los dispositivos hospitalarios, la tecnología ha desempeñado un papel crucial para mitigar la propagación de COVID-19. Pero las contribuciones de COVID-19 no se limitan al entorno de la salud, también se ha implementado ampliamente en el sector automotriz, bancario y otros.
En una visión más amplia, IoT también será el catalizador para la adopción de 5G. Según un informe, se espera que para el año 2025, el número de dispositivos de IoT aumente a 75 mil millones de dispositivos. Pero antes de describir los muchos matices que hacen que esta tecnología sea tan efectiva, debemos analizar la estrategia de pruebas del Internet de las Cosas. ¿Pero por qué necesitamos analizar la estrategia de pruebas de cualquier tecnología? Porque la estrategia de pruebas nos ayuda a analizar las áreas de enfoque. Nos ayuda a experimentar con diversas metodologías que hacen que la tecnología sea compatible, precisa y eficiente. La estrategia de pruebas de IoT es necesaria para diversificar las aplicaciones, dispositivos y redes/canales en los que se ejecuta IoT, para asegurar que los datos generados por IoT sean seguros y no sean susceptibles a malware, y para garantizar que las operaciones sean fluidas.
Existen varios tipos de estrategias en las que IoT opera en la red de comunicación inalámbrica con la ayuda de sensores. Es por eso que la estrategia de pruebas de IoT se centra en gran medida en la integración de buenos sensores y redes de comunicación.
- Pruebas de Compatibilidad de Sensor-Protocolo: Esta prueba garantiza una comunicación y una interacción compatibles y eficientes entre sensores y dispositivos. Por ejemplo, se estimulan aplicaciones como Bluetooth, ZigBee y Wi-Fi para verificar la compatibilidad de los dispositivos de IoT.
- Pruebas de Seguridad del Dispositivo: Dado que IoT implica la recopilación de datos de diversas fuentes, junto con la interconexión entre diferentes dispositivos, probar la seguridad del dispositivo se vuelve primordial para mitigar el riesgo de ataques cibernéticos y malware.
El futuro de IoT es prometedor y su impacto en diversos sectores será significativo. Sin embargo, es crucial tener en cuenta la importancia de una estrategia de pruebas sólida para garantizar la eficiencia y seguridad de esta tecnología en constante evolución.
Crédito del artículo: Analytics Insight
