El mundo empresarial actual se centra en tres temas principales que lo impulsan: velocidad y agilidad, innovación y experiencia del cliente. ¡Los sistemas ERP no tienen cabida en él! La tecnología ERP ha evolucionado en las últimas décadas desde un conjunto de aplicaciones independientes de primera calidad hasta una suite integrada integral de extremo a extremo que muchas empresas esperaban que “lo hiciera todo”. Sin embargo, esta visión se ha vuelto obsoleta debido a que, para la mayoría de las empresas, el enfoque de extremo a extremo no brindó el valor esperado y se percibió como inflexible, lento y costoso de implementar y mantener. Las historias de horror de proyectos de ERP fallidos son legendarias. Según una investigación reciente, aproximadamente el 30% de las implementaciones de ERP no logran alcanzar ni siquiera la mitad de los beneficios comerciales planificados. Ejemplos incluyen a Waste Management demandando a SAP por $500 millones, una caída del 19% en las ganancias de Hershey Foods debido a una implementación fallida de SAP, la implementación fallida de ERP de $100 millones de FoxMeyer Drugs y por último, pero no menos importante, los más de $1 mil millones gastados por la Armada de los Estados Unidos en cuatro sistemas ERP diferentes, todos los cuales han fallado.
¿Qué está sucediendo aquí? En primer lugar, en la era digital, la centralidad del cliente y la flexibilidad/agilidad se han vuelto fundamentales para los negocios. Las empresas se están volviendo más orientadas hacia el exterior. Tradicionalmente, los sistemas ERP cubrían la planificación, fabricación, ventas, marketing, distribución, contabilidad, finanzas, gestión de recursos humanos, gestión de proyectos, gestión de inventario, servicio y mantenimiento, transporte y comercio electrónico. Observa la falta de módulos que cubran enfoques externos, como la captura de la experiencia del cliente, el mapeo de la jornada, el canal omnicanal y las experiencias móviles de extremo a extremo, etc. Las empresas modernas tienen un apetito organizativo cada vez mayor por iniciativas comerciales digitales. Independientemente de la tecnología, las nuevas soluciones deben admitir más interacciones externas e interfaces variables para brindar la agilidad necesaria a los procesos empresariales. Los nuevos requisitos de TI requieren un cambio fundamental hacia un entorno de aplicaciones más suelto y federado en lugar de una mega suite de un solo proveedor. Las implementaciones de ERP están plagadas de esfuerzos duplicados, integración manual y datos inconsistentes. Resolver estos problemas fue uno de los beneficios de las suites de ERP. Con la flexibilidad viene la necesidad de gestionar múltiples áreas: requisitos de integración (para datos, procesos y aplicaciones), la gestión de múltiples proveedores y una mayor frecuencia de pruebas, por nombrar algunos.
En segundo lugar, las grietas en los cimientos de los ERP no se pueden solucionar simplemente con parches. En muchos aspectos, abordar un ERP es análogo a construir un edificio. Muchos clientes pasan por alto el esfuerzo requerido para abordar adecuadamente los problemas fundamentales subyacentes en su implementación de ERP existente, las “grietas en los cimientos”. Suponen que simplemente reemplazar áreas que funcionan mal con nuevas aplicaciones resolverá los problemas. Esto es similar a parchar grietas en un cimiento: puede verse bien por un corto tiempo, pero tendrá efectos perjudiciales a largo plazo.
En resumen, los sistemas ERP están llegando a su fin en el mundo empresarial actual. La era digital ha traído consigo la necesidad de centrarse en el cliente y la flexibilidad, lo cual los sistemas ERP no pueden proporcionar de manera efectiva. Además, las grietas en los cimientos de los ERP no se pueden solucionar simplemente con parches. Las empresas deben buscar soluciones más ágiles y flexibles que se adapten a las demandas cambiantes del entorno empresarial actual.