El rápido ritmo de cambio en el entorno empresarial debido a la transformación digital está dando lugar a una nueva realidad para las empresas. En lugar de depender en gran medida de la planificación y ejecución estratégica a largo plazo, la clave para el crecimiento empresarial hoy en día radica en la capacidad de una organización para adaptarse rápidamente. Esto requiere que las organizaciones configuren su negocio para el cambio sin necesariamente saber qué será el cambio.
Las empresas están adoptando cada vez más la nube como opción de implementación, con la mirada puesta en un futuro de nube híbrida o multi-nube. Dado que un solo entorno es poco probable que soporte la capacidad de adaptación del negocio a las cambiantes necesidades de los clientes y del mercado a gran escala de manera rápida, el 45 por ciento de las organizaciones encuestadas para la Perspectiva Tecnológica Global del Cliente de Red Hat 2019 dijeron que están utilizando al menos dos plataformas de nube hoy en día. Además, el 65 por ciento de ellos planea utilizar dos o más en el próximo uno o dos años.
Tener una variedad de opciones de infraestructura (es decir, en las instalaciones, nube pública o nube privada) permite que la nube híbrida ofrezca el soporte necesario a cualquier aplicación para garantizar que respondan de manera consistente sin importar dónde se encuentren. A pesar de la importancia de poder abordar los cambios de manera flexible, las organizaciones no pueden permitirse el lujo de sacrificar las capacidades existentes que son necesarias para sus operaciones comerciales mientras persiguen la agilidad. Por lo tanto, una nube híbrida no solo debe ser segura y rentable, sino también receptiva a los cambios actuales y futuros.
Similar a cómo un edificio es tan fuerte como su base, la efectividad de una nube híbrida depende de su plataforma subyacente: el sistema operativo. Por lo tanto, las organizaciones que buscan maximizar el potencial de su nube híbrida deben asegurarse de que su nube híbrida esté construida sobre una plataforma abierta que les ofrezca las siguientes capacidades:
Control sobre su infraestructura de TI
Aunque adoptar nuevas tecnologías puede ayudar a abordar nuevas necesidades empresariales, el cambio también puede hacer que las organizaciones se enfrenten a un entorno de TI complejo y a una mayor carga de trabajo operativa de TI. Con más tiempo y esfuerzo necesarios para administrar la seguridad y el cumplimiento de TI, los equipos de TI tendrán menos tiempo para enfocarse en brindar valor empresarial.
Para superar este problema, las empresas deben asegurarse de que su nube híbrida se ejecute en un sistema operativo que sea más seguro y capaz de proporcionar recursos con características de control integradas, como la gestión centralizada de identidades. Debe admitir el cumplimiento normativo automatizado y la remediación de configuraciones de seguridad en sistemas y dentro de contenedores también.
Como base consistente para la nube híbrida, la plataforma también debe proporcionar herramientas de administración e integración incorporadas para facilitar la gestión de TI en diversos entornos. Por ejemplo, debería permitir a los equipos de TI controlar sistemas individuales desde una interfaz web fácil de usar para la gestión continua de almacenamiento, redes, contenedores, servicios y más. Además, podría ofrecer la gestión automatizada de parches, así como la identificación y remediación de anomalías para evitar problemas técnicos antes de que afecten las operaciones comerciales.
Artículo traducido y adaptado de CIO