El desafío de la privacidad de datos en la nube

Los proveedores y usuarios de servicios en la nube se enfrentan a un verdadero dilema: el acuerdo de Puerto Seguro entre Estados Unidos y la Unión Europea fue anulado en octubre por los tribunales de la UE, y un nuevo acuerdo en revisión para reemplazarlo puede que no proporcione la facilidad de transferencia de datos de usuario que las empresas estadounidenses buscan, y tampoco proteja suficientemente la privacidad del usuario. Esto significa incertidumbre en todos los aspectos.

La UE es el último gobierno en expresar su preocupación de que los datos almacenados en servidores en la nube de Estados Unidos estén sujetos a incautaciones por parte del gobierno estadounidense, como ya ha ocurrido con un servidor de Microsoft en Irlanda. Por lo tanto, los proveedores de servicios en la nube de Estados Unidos no pueden garantizar la privacidad, como exigen las leyes de la UE, y la UE no permitirá que los servidores en la nube de Estados Unidos almacenen los datos de sus ciudadanos. Es así de simple.

La esencia de la computación en la nube es proporcionar servicios informáticos basados en la utilidad que utilizan cualquier recurso en la nube disponible. Si está en otro país, así sea. Pero las leyes de gestión de datos provienen de una perspectiva muy diferente: la del aislamiento de datos. Si se obliga a los proveedores de servicios en la nube pública a construir y operar infraestructuras en cada país que tenga problemas con la transmisión de datos fuera de sus fronteras, pueden cumplir fácilmente. Pero hacerlo aumentará los costos, que se trasladarán a los usuarios. En algunos casos, los aumentos de precios desharán la viabilidad económica de la nube.

Pero hay más en riesgo que la eficiencia de costos. Las organizaciones de TI, los proveedores y los consultores (como yo) también se verán cargados con la responsabilidad de adquirir conocimientos legales para comprender y cumplir con las reglas y regulaciones cambiantes, ya que la mayoría de las grandes corporaciones son multinacionales. Esto significa que no podremos centrarnos tanto en la tecnología debido a la mayor atención que se presta a las reglas de gestión de datos cambiantes y más complejas. Y la nube se volverá mucho menos eficiente.

Las tendencias hacia el aislacionismo de datos no son buenas y no benefician a nadie. Entiendo la motivación detrás de proteger los datos sensibles de los actores malintencionados, pero no a costa de drenar el valor de una tecnología muy importante.

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